Las últimas lluvias son el impulso final que necesitaba la siembra de granos gruesos y el desarrollo de los cultivos de fina, según explicaron desde el INTA.
Después de tres primaveras muy secas, la disponibilidad de agua mejoró en todo el país, aunque este mapa presenta algunas asimetrías.
Pablo Mércuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, indicó que la recuperación es desigual.
“Hay aún zonas al oeste de Buenos Aires, sur, centro y norte de Córdoba y casi todo el NOA que presentan situaciones extremas de escasez de agua en los perfiles del suelo, en el desecamiento de los recursos hídricos, y aún con lluvias menores a los promedios mensuales”, sostuvo.
En la última semana y de acuerdo al INTA, las lluvias más significativas se registraron en el sur de Misiones, este de Formosa, noreste de Corrientes y Entre Ríos, acumulados superiores a los 100 milímetros.
También llovió de manera generalizada sobre áreas del centro y sur de la región pampeana, con acumulados que oscilaron entre los 30 y 70 milímetros.
Estado de los perfiles
Al momento de medir el porcentaje de agua útil en el perfil –a 1 metro de profundidad- el informe consignó que se encuentra con más del 40% sobre el este de la región pampeana y el Litoral.
En la vereda opuesta, se presentan condiciones críticas deficitarias sobre el resto de la región pampeana, NOA y Cuyo.
En cuanto al agua total en el perfil se estima un porcentaje superior al 60% en gran parte del centro-este, noreste del país y en el noroeste y sur de la Patagonia.
En Cuyo (centro y norte), Patagonia (excepto noroeste y sur) y NOA (norte) se observan valores por debajo del 40 %.
En zonas puntuales, el INTA indicó que en San Antonio de Areco las lluvias alcanzaron los 70 milímetros acumulados, situación que benefició sobre todo a cultivos recién implantados. “El panorama para la zona es bueno, si bien falta sembrar mucha superficie todavía de soja y una gran cantidad de maíz que pasó a ser a maíz tardío”, señalaron desde el organismo.
En Santa Fe
En Santa Fe, en tanto, destacaron algunas diferencias en el desarrollo del trigo hacia el sur de la provincia, a partir del agua útil inicial que disponía el cultivo al comienzo del ciclo.
En el caso de los lotes que comenzaron con buena provisión de agua, llegaron a estados avanzados de cultivo con buen desarrollo y con buena perspectiva en cuanto a rendimiento”.
Pero en aquellos casos en donde las lluvias se retrasaron, el cultivo ya había definido peso de espiga.
“Pudo haber una pequeña compensación por peso de grano, pero hubo una marcada caída de rendimiento en aquellos lugares donde hubo un estrés importante en lo que era el periodo crítico”, afirmaron.
Con respecto a soja y maíz, en el sur de Santa Fe se encontraron con dos escenarios. Por un lado, que sucedía en el primer metro, donde las lluvias producidas en los meses de octubre y principio de noviembre permitieron una recarga parcial del primer metro.
En esos suelos, el agua útil llegó al 50%. Cuando el análisis se extendió al segundo metro, se hallaron valores de agua útil mucho más bajos, cercanos del 30 %.
“Si bien hay bajos valores de agua, estamos atravesando una primavera llovedora que va a permitir la recarga del perfil y poder llevar adelante una buena campaña en la estival gracias a las perspectivas de lluvia que hay por el fenómeno del Niño”, destacaron.
Región pampeana
Las lluvias en la región pampeana permitieron recomponer las reservas en el cultivo de maíz temprano y también lograr un avance significativo en la siembra de soja. De este modo, calcularon que las precipitaciones están focalizadas en el este de la Argentina, hacia el oeste los milímetros han sido menores.
“El fenómeno de El Niño está asociado a lluvias superiores a la media en la Región Pampeana y el Litoral, por lo que se esperan mejores cosechas en comparación con la campaña 2022/23”, expresó Gustavo Ferraris, del INTA Pergamino
En ese punto, hizo hincapié en que el pronóstico es favorable para los cultivos de verano, como soja, sorgo, maíz, aunque en varias regiones, el trigo transita un estado de regular a malo. La combinación de faltas de lluvias y heladas impactó en el cereal.
A partir de las últimas lluvias, el INTA estimó un contenido de agua superior al 50 % del máximo disponible para cada suelo sobre áreas de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, sur de Córdoba, sur de San Luis y norte y oeste de La Pampa. “Continúan observándose áreas con condiciones limitantes sobre el sudoeste de Buenos Aires y Santiago del Estero”, estimaron. (fuente Infocampo)