El lupino es una legumbre cuyo grano es de color blanco o amarillo, parecido al maíz, que se produce en diferentes países de América, Europa y Medio Oriente, y por su alto valor nutricional, con alto contenido de hidratos de carbono, aminoácidos y proteínas, se lo considera como un “superalimento”.
Dentro de las leguminosas, el lupino posee mayor contenido proteico que los granos de lenteja, arveja, poroto, garbanzo o soja, aportando entre un 45 y 65% de proteína, utilizándose tradicionalmente como forraje para consumo animal, pero también en diferentes platos para alimentación humana.
Si bien el lupino no es común en la gastronomía e industria argentina, la idea de la firma Elementa Foods, es desarrollar el cultivo en el país, a través de una variedad traída desde Chile, que se puede adaptar muy bien al sistema productivo argentino.
En esa línea de trabajo, el pasado jueves 20 de octubre, en el marco de la Primera Jornada Explora Legumbres, organizada por Rizobacter Argentina y el INTA Pergamino, en el campo experimental de la empresa pergaminense, Andrés Ferrazzini de Elementa Foods, en diálogo con El ABC Rural, se refirió a las características del cultivo de lupino y el proyecto de esta firma para su desarrollo en el país.
Ensayos desde Gualeguaychú a Bahía Blanca
“El grano del cultivo de lupino es el de mayor cantidad de proteínas del planeta, con un 60% en harina y 52% en granos”, afirmó Ferrazzini.
“En Chile se lo produce principalmente en la zona de Temuco, que geográficamente se encuentra ubicada a la altura del partido de Bahía Blanca”, destacó.
Por lo tanto, para poder desarrollar el cultivo de lupino en nuestro país, dijo el entrevistado que “se obtuvo una variedad resistente a sus enfermedades más importantes, ya que se compró un programa de mejoramiento de Chile”.
Asimismo, indicó que “este año realizamos una serie de ensayos en diferentes zonas, desde Gualeguaychú, en el sur de Entre Ríos, hasta Bahía Blanca, pasando por Pergamino, Ameghino, Hughes y Bragado”.
“Se comporta muy bien ante heladas y estrés hídrico”
Si bien este año fue muy particular por la sequía que afecta a casi todas las zonas de la región agrícola, y no fue el ideal para obtener buenos resultados en los ensayos realizados con el cultivo de lupino, Ferrazzini, destacó que “se comporta muy bien ante las heladas y estrés hídrico, incluso en floración, aunque es más susceptible durante los primeros estadíos”.
Por eso, consideró que “la fecha ideal de siembra en nuestra región agrícola es en mayo, apuntando a lograr entre 50 y 60 plantas por m2, de un cultivo que tiene la particularidad de hacer más disponible el fósforo del suelo para su arranque, y en Nitrógeno realizamos ensayos cruzados con inoculantes y se comporta muy bien”.
El técnico también anticipó que “queremos probar lo que sucede en siembras de enero y febrero como cultivo de segunda, para ver si logramos que induzca la floración y cosecharlo, porque al no tener problemas con heladas tempranas, sería una posibilidad muy interesante, ya que cuando esté floreciendo y lleguen las heladas, el cultivo no tendrá problemas”.
-¿Qué rendimiento se lograría?
-Apuntamos a alcanzar entre 2.500 y 3.000 kilos por hectárea, que sabemos que tranquilamente se pueden obtener. (fuente El ABC Rural)