Maizar: «Se rompió la confianza con el gobierno nacional»

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El presidente de la Asociación del Maíz y el Sorgo Argentino (Maizar), Alberto Morelli, anticipó que la intervención equívoca del mercado de este cereal, podría volver a disparar las distancias que le ha sacado la soja durante varias décadas y frenar el 67 % de crecimiento que viene teniendo el cultivo desde el año 2016.

“Volvemos atrás, no con medidas similares ya que esta es un suspensión temporaria de las exportaciones; pero si en los resultados y daño que puede recaer en los esquemas productivos”, afirmó Morelli repasando que con mucho esfuerzo se logró que Argentina sembrara 1 hectárea de maíz por cada 2,5 o 3 de soja, cuando la distancia normal siempre había sido de 6 a 1.

Según el directivo, el gobierno Nacional se ha apresurado a tomar una resolución, sin medir las ventajas que generó este segmento en los últimos años. En principio, basado en la preservación del suelo por la incorporación del mismo en los esquemas de rotación de cultivos y en segundo lugar, porque las políticas orientadas al agro, permitieron que después de 20 años, Argentina produzca más maíz que soja, según los datos y resultados de la última campaña.

Morelli, considera que es difícil de interpretar la normativa y remarcó que pedirán una instancia de diálogo con el ministro de Agricultura, para acercar los resultados técnicos que indican la mala decisión del gobierno. “Estamos frente a un problema de empalme de cosechas. Estimamos que están pensando que los primeros días de marzo comienza a ingresar la nueva cosecha y eso les daría una cierta tranquilidad, que no se entiende porque la tienen. Tal vez piensan que pueden tener riesgos si las exportaciones se dan por encima de la disponibilidad para consumo interno, y en definitiva, les quede poco grano”, estimó descartando de lleno la hipótesis, ya que los números no avalan eso, ni existe ningún riesgo posible.

La medida que termina el 1 de marzo, permite que a partir de esa fecha se pueden seguir anotando ventas, exportaciones y retomar el juego o puja por la compra de maíz, tanto para el mercado interno como para la exportación.

Mientras tanto, la palabra sorpresa es lo que más se escucha entre las 4 cadenas de la producción, que se encuentran flanqueadas por la ofuscación y enojo de los productores agropecuarios.

Se rompió la confianza y la palabra que el mismo presidente, Alberto Fernández, le dio a la mesa de enlace de entidades agropecuarias en su oportunidad. En esa ocasión les dijo que las intervenciones en los mercados eran cosas del pasado”.

Campaña histórica

En maíz, nuestro país está transitando la segunda campaña más importante de la historia. Las estimaciones indican que hay mercadería disponible y suficiente para el mercado interno. Al mismo tiempo, si se quisiera buscar una excusa, nada tiene que ver el grado de lentitud en la comercialización del grano, que se dio durante los últimos meses.

Maizar, considera que las dudas en las ventas, están relacionadas con las condiciones económicas del país y las pocas posibilidades que tienen los productores agropecuarios de vender sus cereales y poder resguardar su capital en pesos.

“Hay falencias macroeconómicas, que van más allá del maíz o cualquier otro cultivo”, enfatizó Morelli aclarando que sólo se vende para pagar una cuenta, hacer un inversión rápida o defender el capital de trabajo.

También pidió que se observe todo el contexto. Es real que los precios internacionales son buenos, pero se dan en un marco de una gran sequía en toda Sudamérica que podría complicar el resultado productivo de toda la campaña.

“Lamentablemente los problemas son generados por la políticas económicas. No por la abundancia o falta del maíz”, concluyó.