Un lote productivo ha sido históricamente pensado y manejado como un ambiente homogéneo: se elige una única dosis de semillas y fertilizantes y se siembra. Pero en la realidad, dentro de un mismo lote existen diferentes ambientes o potenciales productivos.
Sacar provecho de esas diferencias es el objetivo del “manejo variable de insumos”, ni más ni menos que un conjunto de conocimientos y tecnologías que permiten aplicar el nivel de insumos exacto que necesita cada ambiente dentro del lote para expresar todo su caudal de rendimiento.
De eso tratará el congreso Sembrar Saber que se llevará a cabo de forma online y gratuita el jueves 26 de agosto desde las 8 horas en www.sembrarsaber.com.ar La iniciativa es impulsada por un grupo de empresas del conocimiento y de tecnologías de insumos que buscan unir las vivencias de técnicos y productores que ya están transitando este camino con las inquietudes de quienes desean sumarse a una agricultura más sustentable.
Santiago Lorenzatti, de Okandú, explica de qué se trata esta propuesta de manejo y cuáles son las claves de Sembrar Saber, el encuentro que se llevará a cabo el 26 de agosto.
La variabilidad espacial
Lorenzatti (Okandú), será un orador del evento y en el congreso se referirá al “Impacto de la variabilidad espacial y temporal sobre el rendimiento”.
Para hacer una aplicación variable de insumos, explica que primero hay que identificar la ambientación dentro de un lote. Detectar las distintas áreas con diferentes niveles productivos.
Así, en las zonas de máximo potencial de rendimiento se aplicará toda la tecnología y se capturará el valor económico por su uso, y en las zonas con menor potencial se usará el nivel justo para ese ambiente, sin desperdiciar insumos.
De esa manera, se maximizan los resultados. ¿Cuánto podría incrementarse la productividad en estos casos? Eso dependerá de la variabilidad de cada lote y de la zona en la que se encuentre.
“Los resultados son promisorios y creemos que es esta la forma de apuntar hacia un modelo de agricultura más sustentable a largo plazo, ya que no solo optimizamos la producción sino también minimizamos el aporte de insumos externos ajustándolos estrictamente a la cantidad necesaria”, asegura Lorenzatti.
Intervenciones
En ese proceso intervienen diferentes tecnologías, pero la base viene de la mano del conocimiento agronómico: “es el que nos permite entender y cuantificar la variabilidad”, acota el especialista y detalla que, en tanto, los datos son recabados desde mapas de rendimientos, análisis de suelo y sensores que miden en tiempo real la variabilidad.
En el último paso se trata de leer esa variabilidad y actuar en tiempo real con la dosificación. En ese proceso también tienen lugar las tecnologías digitales y las aplicadas a la maquinaria.
“Las herramientas hoy disponibles se aplican en una muy baja proporción. Es un desafío interesante para la agricultura argentina. Si bien hay productores que cuentan con mapeos de rendimientos, en la mayoría de los casos aún no se procesa esa información y por ende no se llega efectivamente a hacer un manejo variable”, advierte.
Para el especialista la clave está en ir transitando las etapas de aprendizaje en un esquema colaborativo que implique la co-innovación y la construcción de conocimiento que lleve a productores y técnicos al desarrollo concreto del manejo variable de insumos. Este es el objetivo de Sembrar Saber, el primer congreso sobre el tema que se llevará a cabo el 26 de agosto a las 8 horas desde www.sembrarsaber.com.ar, en forma gratuita con inscripción previa.
El encuentro es impulsado por Nidera Semillas, John Deere, Okandú, Precision Planting, Yara, Auravant, Club Agtech, Crucianelli, GeoAgro, la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (FACMA), Jornaderos Agro, Vistaguay, Escuela de Posgrados en Comunicación de la Universidad Austral, AgroTV y canal Agrositio. (fuente Noticias AgroPecuarias)