El país ya dio señales de que está listo para volver a competir en las grandes ligas tras el fin de las retenciones dispuestas por el gobierno de Mauricio Macri.
Argentina ha vuelto al mercado internacional del trigo con todo. Después de que Mauricio Macri, el nuevo presidente, cumpliera sus promesas de campaña al eliminar impuestos y retenciones sobre las exportaciones agrícolas, así como devaluar del peso, el país ha dado señales de que está listo para competir en los mercados internacionales de granos.
El país sudamericano ya ha sorprendido a los comerciantes después de ganar a finales del mes pasado la licitación hecha por las autoridades responsables de los granos en Egipto.
«Argentina sólo llegó y dijo queremos vendere hizo añicos a Rusia», dice Matt Ammerman, vicepresidente para Europa del Este y la región del Mar Negro de la agencia de corredores de productos básicos INTL FCStone.
Egipto compró 120.000 toneladas de trigo argentino después de que los exportadores ofrecieron las mejores tarifas, por debajo del precio de las que ofrecía Rusia, que ha sido uno de los principales exportadores de trigo al norte de África. «Es como decir estamos de vuelta, tengan cuidado», añade Ammerman.
SIN RETENCIONES Y CON UN DÓLAR MÁS ALTO
Inmediatamente después de asumir el poder, el nuevo gobierno de Macri anunció que los impuestos sobre las exportaciones de granos y carne serían eliminados, mientras que un impuesto del 35% sobre las exportaciones de soja y un arancel del 32% sobre la harina de soja se redujeron en 5 puntos porcentuales. La moneda se devaluó, por lo que el dólar estadounidense, que valía aproximadamente 9,8 pesos según la antigua tasa de cambio oficial, ahora se cotiza a 14 pesos.
Cálculos aproximados sobre el aumento de los rendimientos de los cereales y la soja muestran que el valor en pesos del trigo y el maíz sin los derechos de exportación es casi el doble que bajo el régimen anterior, mientras que el aumento de los rendimientos de la soja y los productos de soja es ligeramente inferior, levemente por encima del 50%.
YA HAN COMENZADO A VENDER
Los agricultores del país, quienes han estado aferrándose a sus cultivos en parte como seguro contra el aumento de la inflación y en parte como protesta por los altos impuestos, ya han comenzado a vender. En los últimos tres días de 2015 liquidaron u$s 752 millones en granos y semillas oleaginosas, casi el doble de la cantidad exportada en todo el mes de noviembre.
Los cambios eran muy esperados, aunque los analistas y operadores no están seguros de cuánto llegará al mercado como resultado de las exportaciones de granos y soja.
El aumento de las exportaciones agrícolas argentinas ocurre en momentos en que los mercados internacionales ya se están viendo agobiados por los abundantes suministros. Las expectativas de un aumento de las ventas de granos y semillas oleaginosas provenientes de Argentina han provocado que los fondos de cobertura y otros especuladores asuman posiciones bajistas.
AGRICULTORES PRUDENTES
Aunque las ventas de granos han estado relativamente activas, la reacción inicial de los agricultores de soja ha sido prudente, según los comerciantes.
Guillermo Rossi, analista de granos y semillas oleaginosas de la Bolsa de Comercio de Rosario, un importante puerto de transporte agrícola en Argentina, espera que las ventas se aceleren en los próximos meses, ayudadas por las menores tasas de fletes mundiales, lo que, unido a la fuerte caída del peso, ha hecho que los granos y las semillas oleaginosas argentinas se vuelvan competitivas en los mercados internacionales.
El impacto sobre la siembra real y la producción de cultivos para la temporada 2015-2016 será limitado, pues el trigo y la cebada están siendo cosechados y las siembras de maíz y de soja ya están muy avanzadas, según el Departamento de Agricultura de EE.UU.
Para la próxima temporada y posteriormente, probablemente las zonas de trigo y maíz aumenten «significativamente», dice, añadiendo que la diferencia en las políticas fiscales para la soja y otras producciones agrícolas «potencialmente podría disminuir la producción de soja conforme aumentan los incentivos para cultivar cultivos alternativos».
Aunque se espera que los agricultores disfruten de un aumento de los rendimientos provocado por los cambios en la política del nuevo gobierno, también son propensos a sufrir el aumento del precio de las semillas y los fertilizantes importados denominados en dólares estadounidenses.
El sector agrícola argentino también sufrió un largo período de subinversión en infraestructura e instalaciones bajo el gobierno anterior.
Fuente: Cronista Comercial.