“Diez años atrás teníamos la napa aproximadamente a 4 metros y hoy estamos viendo que en esta región tenemos la napa a 55 centímetros”, explicó el Ing. Agr. Pablo Bollatti, representante del Grupo Napas de INTA Marcos Juárez, en diálogo con fyo, y agregó: “Peor aún, si nos desplazamos a la zona más baja de este terreno el agua está directamente sobre la superficie”.
En este sentido, el Ingeniero hizo fundamental hincapié en las complicaciones que podría traer aparejado este escenario en la siembra de la próxima campaña gruesa. En palabras de Bollatti: “En la zona de Marcos Juárez hay aproximadamente entre 20 y 25 mil hectáreas anegadas que directamente registran agua en superficie; y además, hay otra 150 mil que están con grandes complicaciones para ser implantadas”.
Junto con esto, el estado de los caminos rurales y urbanos, que están prácticamente destruidos o directamente cortados por exceso de agua, no colabora con las perspectivas de una buena campaña gruesa, debido a las dificultades de traslado de una zona a otra.
¿QUÉ HACER PARA MITIGAR LOS EFECTOS ADVERSOS?
Frente a este interrogante el representante de Grupo Napas de INTA Marco Juárez detalló dos pilares sobre los cuales debería sedimentarse el inicio de la solución:
- Obras de canalización para drenar el agua en superficie.
- Consumo del agua: al llover alrededor de 900 milímetros y consumir sólo entre 500/600 milímetros, claro está que hay 300 milímetros que en un año normal están sobrando y alimentan el nivel de la napa.
Si a esto se le suman los pronósticos de un año Niño en el cual la intensidad y periodicidad de las lluvias se ubicarían por encima de los registros habituales, el resigo de una situación alarmante se incrementa.
En pocas palabras, “el escenario actual es bastante preocupante debido a que tenemos la napa cerca de la superficie en toda la región. Eso genera un riesgo muy alto porque estamos terminando el mes de agosto y adentrándonos en la época del año donde se registran los mayores acumulados de agua”, concluyó Bollatti.