Investigadores del INTA San Luis trabajan en la susceptibilidad a las mezclas químicas de Cercospora sojina, un hongo que causa la Mancha Ojo de Rana, una de las de mayor importancia en la historia de la oleaginosa debido a las pérdidas que puede ocasionar.
La investigación, desarrollada durante cuatro años, proporciona información sobre la sensibilidad in vitro de Cercospora sojina a mezclas de fungicidas utilizados para su control.
“Pudimos determinar una posible vía de respiración alternativa como escape al modo de acción de un grupo químico de fungicidas comúnmente utilizado para frenar el avance de la enfermedad”, señaló María Belén Bravo, especialista en protección vegetal del INTA.
Sin embargo, la investigación liderada por Bravo demuestra la variabilidad del hongo y que su resistencia puede quebrarse y, “aunque en la actualidad no haya epidemias severas como las registradas en otras épocas, esta enfermedad constituye un peligro permanente por los daños que ocasiona”, enfatizó.
Por ese motivo se estudiaron seis aislados de diferente procedencia geográfica: Venado Tuerto –Santa Fe–, Vuelta Obligado –Buenos Aires–, Selva –Santiago del Estero–, Nogoyá –Entre Ríos–, Pergamino –Buenos Aires– y Cañada de Luque –Córdoba–; todos obtenidos de la Colección de Cultivos del Centro de Referencia de Micología (Ceremic) de la Universidad Nacional de Rosario.
“La determinación a la sensibilidad de un fungicida particular en una población de hongos fitopatógenos es el primer paso para desarrollar un programa de manejo de la resistencia a los fungicidas”, indicó Bravo.
En la misma línea agregó que los resultados obtenidos en este ensayo son un aporte inédito en el país, debido a que demuestran los posibles mecanismos de respiración alternativa in vitro en aislados de C. sojina y representan un avance que servirá de herramienta para conocer cambios de sensibilidad del fitopatógeno en el tiempo.