Suele ser muy difícil hablar de lo que no se ve, de lo que se encuentra muchas veces por debajo de la superficie, o sobre ella, pero es que está tan escondido a la vista del ojo humano que pasa de largo. Entre los ejemplos que ayudan a graficar esto se pueden mencionar el mundo submarino y el universo de los insectos.
Sobre este último caso, la ingeniera agrónoma e investigadora del Inta Marcos Juárez, Emilia Balbi expuso durante la primera jornada de la segunda semana del Congreso “Siempre Vivo, Siempre Diverso”, organizado por la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).
El análisis de Balbi hizo foco en lo que sucede con los insectos en un ambiente donde se realiza agricultura con la utilización de cultivos de servicio. ¿Cuáles son los desafíos y oportunidades que esto genera? ¿Cómo se puede mejorar en el control de plagas sin caer en el control químico? ¿Cómo aportar a la sustentabilidad del suelo? Son algunas de las preguntas que la investigadora intentó responder durante su presentación.
Oportunidades y beneficios
A lo largo del tiempo, muchos investigadores concluyeron que pese a la importancia del aporte de los insectos al ecosistema, muchas veces “estos maravillosos bichitos” no son tenidos en cuenta al momento de planificar políticas de conservación de la biodiversidad.
Sobre esta línea, pero sin incurrir en pedidos de políticas públicas, avanzó Emilia Balbi cuando intentó poner en relieve el rol de los insectos en un lote manejado con cultivos de servicio.
Mediante una serie de trabajos experimentales en la zona pampeana explicó cómo se incrementa en cantidad y diversidad la existencia de estos artrópodos producto de la utilización de sistemas agrícolas con inclusión de cultivos de servicio, que benefician al suelo y al “cultivo de renta” (soja, maíz, trigo) que se implantará posteriormente.
“Hacer cultivos de servicio es como aplicar la agronomía al 100%. Requiere una logística, un manejo y un monitoreo y un esfuerzo extra, pero también tiene su impacto positivo que muchas veces supera todo ese esfuerzo extra que hacemos”, afirmó Emilia Balbi. Ese impacto positivo es sin duda un beneficio en cuanto a sustentabilidad económica y ambiental. “Se está demostrando interdisciplinariamente que el impacto del uso de cultivo de servicios es beneficioso a largo plazo. Pero es importante ver más allá y entender que en el caso de los insectos, el incremento de artrópodos que se genera por esta práctica contribuye en la física del suelo, en el reciclado de nutrientes y en otros factores que aumentan la resiliencia del sistema y sostenibilidad de largo plazo. Por eso, poner a los insectos dentro de ese sistema es importante a largo plazo”, afirmó.
Según la especialista “el control natural que se da de los insectos es muy elevado. Hay mediciones que demuestran que la mortalidad entre factores climáticos y los enemigos naturales, puede llegar hasta el 97% y nosotros solo debemos ocuparnos de un 3 o 4% del total”.
Amenazas
Pero como todo, el control de insectos mediante la utilización de cultivos de servicios también tiene dos caras. Y las amenazas en materia de insectos plaga que encuentra Balbi al utilizar este tipo de agricultura son al menos cuatro: el cultivo de servicio como alimento, como puente, como refugio y como trampa.
En el primero de los casos, la recomendación es hacer una especie de proyección sobre el insecto que se encuentre en el lote durante el cultivo de servicio. Esto evitará sorpresas durante la emergencia del cultivo de renta posterior. Un ejemplo concreto que brindó Balbi durante su exposición en Aapresid fue la existencia de pulgones en ensayos de maíz que realizaron en el Inta Marcos Juárez.
En cuanto al efecto “puente”, esto es importante en aquellas especies que son residentes en los lotes y que pueden ir aumentando su población año tras año. Situación que seguramente pueda traer alguna complicación en aquellos campos en los que se hace la misma rotación durante varios ciclos agrícolas. De todas maneras, esto no significa que la población de insectos que crece producto de este “efecto puente” que le brinda el cultivo de servicio implique necesariamente un daño económico significativo en el cultivo de renta posterior.
El cultivo de servicio como refugio de insecto plaga significa que puede generarse mayor supervivencia en algunas plagas. En el caso expuesto por Balbi, se observó cómo la proliferación de “chinche de los cuernos” que permanece en el rastrojo, puede llegar a generar algunos daños severos.
La cuarta amenaza que presentó la investigadora del Inta tiene que ver con el cultivo de servicio como trampa de insectos plaga. Un ejemplo concreto puede ser cómo los insectos voladores pueden encontrar en el cultivo de servicio un sitio propicio para poner sus huevos, situación que no se generaría si en lugar de estar ocupado, el lote estuviera vacío.
Por eso, monitorear y conocer los insectos que se encuentran en los lotes permitirá tomar recaudos para evitar pérdidas económicas producidas por los insectos.
Conclusiones
La principal conclusión a la que arribó la investigadora durante su disertación es que “los cultivos de servicios ofrecen la posibilidad de aumentar la abundancia y diversidad de artrópodos en el agroecosistema. Una situación que se vuelve muy importante si pensamos en una transición hacia un sistema más vivo, diverso, sostenible y resiliente”.
Pero esta no es la única conclusión a la que llegó la especialista. Hay otra que también es muy importante y tiene que ver con la posibilidad de dominar la complejidad que aportan los cultivos de servicios al sistema. En este punto, Balbi dijo que “es necesario que el productor incremente la frecuencia del monitoreo de plagas, que se mantenga informado de los problemas potenciales que estas le pueden generar, que ajuste la logística y que combine las herramientas para el manejo de las mismas”. Este último punto es importante porque significa que no solamente se deben considerar las variables químicas.
Balbi mencionó otro dato que es muy importante aclarar: “Las situaciones no se repiten lote a lote, la fluctuación poblacional de los insectos va a estar muy influenciada por el cultivo de renta que hagamos después del cultivo de servicio pero también hay que destacar la importancia del paisaje, del año, de la historia del lote. Por lo cual, si bien se puede esperar una tendencia al aumento de la plaga, esto no significa que se manifieste en un aumento en el daño del cultivo”.
Todo lo que se haga influye en el sistema. Por es eso la investigadora insistió en la importancia de medir y generar información, monitorear y hacer un manejo integrado, y planificar con insectos benéficos. En definitiva, incorporar todas las herramientas posibles porque el manejo de la agricultura hace rato que dejó de ser una cuestión lineal. (fuente AgroClave, diario La Capital)