Más allá de que las precipitaciones recientes estén generando complicaciones puntuales para la cosecha, los productores y técnicos celebran su regreso ya que, gracias a ellas, la recarga de los perfiles está asegurada para el comienzo de la nueva campaña.
En este sentido, surgen las primeras proyecciones y certezas climáticas para la siembra de trigo. En un nuevo informe mensual elaborado por la consultora especializada en temas agropecuarios, “AZ Group”, y confeccionado por el meteorólogo Leonardo de Benedictis, se analiza el comienzo de la temporada y se hacen estimaciones sobre el clima en el primavera.
En los rasgos generales, el trabajo indica que, “la temperatura de agua de mar en el sector ecuatorial del Pacífico central siguió aumentando progresivamente, por lo que pasó a características neutrales”.
De esa forma, agrega el trabajo, la circulación general de la atmósfera cambió lo que se está viendo reflejado con la distribución de la humedad, especialmente en Estados Unidos y el sur de Sudamérica.
De acuerdo al análisis, Argentina y Uruguay son las regiones con mejores perspectivas de recuperación rápida de las lluvias para este mes, mientras que Brasil tendrá una tendencia contraria, con lluvias inferiores a lo normal, condiciones más erráticas y no tan generalizados. Bolivia y Paraguay seguirán con su comportamiento como hasta el momento.
Respecto a la recomposición de las lluvias para la Argentina, para lo que resta del otoño, mayo y junio se presentan más cercanos a los niveles medios, a diferencia de lo que se viene viendo este mes con lluvias excesiva. En el inicio del invierno podrían volver a presentarse lluvias inferiores a los promedios.
En cuanto a las marcas térmicas, se prevé que todo el próximo trimestre se presente con valores superiores a los promedios, lo cual implica que las heladas que podrían presentarse serían más aisladas, débiles o menos recurrentes.
Finalmente, el trabajo sostiene que en la tendencia de muy largo plazo, se puede ver que los principales modelos de orden mundial muestran características de un nuevo enfriamiento a partir de la próxima primavera, lo que podría implicar que se vuelva a generar un evento La Niña para el período de la primavera y verano 21-22 del hemisferio sur. (fuente Infocampo)