En Córdoba dos plantas frigoríficas reciben la habilitación para exportar carne al segundo país más poblado del mundo. Se trata de Frigorífico Coronel Moldes, ubicado en Río Cuarto, y el Frigorífico Bustos y Beltrán, ubicado en Guiñazú.
La planta ubicada en el sur de la provincia aspira a faenar unas 8 mil cabezas por mes, para destinar la mitad al mercado externo.
Las autoridades de la empresa calculan incorporar entre 50 y 70 personas más en el área de desposte. Mientras que el frigorífico Bustos y Beltrán cuenta con una capacidad instalada para faenar 10 mil animales al mes, cuenta con 200 trabajadores y podrían incorporar 100 más en el próximo año. De este modo, llegarían a siete las empresas habilitadas para vender carne bovina y de cerdo a los chinos, una de las pocas economías que crecerá este año.
Mientras tanto los ganaderos como los frigoríficos cruzan los dedos para que los inventores de la pólvora no vuelvan a implementar medidas de aislamiento que dificulten la demanda de carne, puesto que la suerte del sector depende del buen desempeño de los asiáticos, quienes extremaron recientemente sus medidas de control en el ingreso de carnes por la pandemia, según dieron a conocer autoridades aduaneras de ese país.
Esta decisión significó que dos plantas frigoríficas brasileras fueran suspendidas para exportar carne bovina a China, se trata del conglomerado brasileño de la alimentación BRF S.A y de JBS SA, el mayor frigorífico de Latinoamérica.
En tanto la Administración General de Aduanas no especificó los motivos por los cuales las suspendieron, sí informaron que tomarán medidas para asegurar que los alimentos que importen sean de la más alta calidad y que los trabajadores que los produzcan estén protegidos, para evitar que ingrese el COVID 19 en los productos que compran al mundo.
A Brasil le cuesta muy caro no haber tomado medidas de aislamiento para evitar la propagación del virus; las consecuencias son negativas desde lo sanitario y también en el plano económico.
Asimismo, la industria avícola brasilera también se vio perjudicada, lo cual dificulta el desempeño de muchos productores avícolas, al haber sido suspendida las exportaciones de la empresa Companhia Minuano de Alimentos de Brasil. Estas medidas “temporarias”, por lo pronto, también las aplicaron contra una planta de Cargill que produce carne en Canadá.
Esto genera grandes expectativas en la industria de la carne argentina, puesto que significa menor competencia para abastecer al gran mercado chino.
La OMC prevé que el comercio mundial durante este año sufrirá una reducción de entre 13 puntos porcentuales y un 32% debido a la “perturbación de la actividad económica” ocasionada por el coronavirus en todo el mundo. (fuente Noticias AgroPecuarias)