Un análisis sobre la evolución del stock de novillos difundido por RosGan (mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario) indica que con un incremento de entre 450.000 y 550.000 cabezas de esa categoría en 2021 se podrían aumentar las exportaciones cárnicas un 27%. Pero para que haya probabilidades de que eso ocurra -advierten- se deberían preservar los 200.000 novillitos extra que se contabilizaron en la última vacunación antiaftosa a nivel nacional. “En la medida que estos logren permanecer en producción y no sean destinados anticipadamente a faena, parte de esta reconstrucción estaría asegurada”.
El trabajo afirma que el stock actual plantea un nuevo balance entre exportación y consumo. “Es esta la oportunidad de concebirlo como un verdadero nivel de equilibrio y no como un punto de fricción entre ambos mercados. En este sentido, debemos analizar cuidadosamente qué matriz productiva debemos construir para atender esta creciente demanda de exportación, sin afectar el mercado interno como tampoco la potencial oferta futura”, sugiere.
La nueva estructura a la que refiere “sin duda requerirá la producción de animales más pesados, que necesariamente deberán pasar por procesos de recría que aseguren cierto desarrollo del animal, previo al engorde. Es así que parte de los terneros que hoy ingresan directamente a ciclos de engorde deberán, bajo este nuevo esquema, ser recriados mediante sistemas pastoriles para luego llegar a terminar novillos 460/500kg en adelante”.
Con una demanda internacional “sin techo”, plantean: “asumamos que en los próximos dos años, nos impusiéramos como objetivo llegar a exportar 700 mil toneladas de carne, 27% más que las 557 mil registradas de enero a diciembre 2018. Por tanto, partiendo del stock actual, deberíamos generar unas 150 mil toneladas de carne adicionales”.
Por lo tanto, si se asume que “la actual tasa de extracción de hembras ya está en su nivel máximo” y se buscara abastecer esta demanda extra exclusivamente con novillos pesados, “podríamos proyectar que la necesidad adicional de esta categoría para 2021 podría rondar las 450 a 550 mil cabezas”.
Pero aún preservando las casi 200 mil cabezas de nuevo novillitos del último conteo para agregarle kilos “seguirá habiendo una demanda insatisfecha”, anticiparon. “Es aquí donde nuevamente surge el dilema de continuar en la inmediatez cubriendo el faltante con vientres o bien trabajar en procesos de mayor plazo que permitan arribar a una relación de equilibrio entre consumo y exportación verdaderamente sustentable en el tiempo”.
De acuerdo a los datos que surgen de la última campaña de vacunación de aftosa, el stock nacional asciende a 53,9 millones de cabezas, lo que representa una caída de 5,1 millones de animales en los últimos 15 años. Analizando la apertura por categorías, los novillos son los grandes perdedores al caer cerca del 60% en el mismo período, pasando de un stock de 6,3 millones en 2004 a 2,6 en 2019. Como es esperable, la segunda categoría que mayor nivel de caída presenta es la de novillitos que pierde cerca de 1,7 millón de cabezas (-29%) desde 2004 a la fecha.