Es otra señal de la crisis del campo, afectado por la falta de rentabilidad debido a la baja de los precios de los granos y la persistencia de las retenciones. Las ventas de glifosato, el principal herbicida para el control de malezas en la agricultura, se desplomaron en los primeros seis meses del año.
Según un informe privado con datos de facturación de las empresas de agroquímicos, entre enero y junio pasado las ventas de glifosato cayeron un 27,1%: de US$ 453,9 millones retrocedieron a 330,8 millones.
Entre los agroquímicos, el glifosato fue el segundo entre los productos que más bajaron. Sólo fue superado por los insecticidas, que tuvieron un derrumbe de 28,9%. Las ventas cayeron de US$ 156,4 millones a 111,2 millones.
En este contexto, si se contabilizan todos los productos, incluyendo curasemillas, fungicidas y otros herbicidas, la caída del glifosato estuvo por encima del promedio de todo el mercado, que bajó 17,8%. Todas las empresas del sector facturaron US$ 890 millones en el primer semestre del año.
Para los especialistas, los factores que influyeron en la merma del glifosato incluyen una demora de los productores en hacer los controles de malezas en el período que va de la cosecha de un cultivo a la siembra del siguiente; una reducción en el uso de este herbicida en favor de otros por los problemas de resistencia de malezas, y una cierta caída en los precios del producto. Este año ya se sembraron 1,2 millones de hectáreas de trigo menos y se aguarda un recorte de otras 700.000 hectáreas o más en maíz. De esta manera, ya hay casi 2 millones de hectáreas fuera de producción.
«Claramente esta caída del glifosato en particular habla de una reducción en el barbecho químico [proceso para mantener el suelo libre de malezas entre la cosecha de un cultivo y la siembra del siguiente] que se está haciendo», analizó Iván Ordóñez, economista de I+E Consultores.
En una empresa de primera línea, una fuente admitió que la merma de las ventas del glifosato fue «por menor volumen, al retrasarse los barbechos», es decir, la preparación de los lotes para mantenerlos libres de malezas. Además, dijo que bajó el precio del insumo 4% respecto del promedio del año pasado y eso hizo retroceder también la facturación.
Gustavo Duarte, asesor agronómico en el oeste bonaerense, opinó que en el contexto actual el productor «compra la mínima necesidad de lo que tiene que aplicar de forma inmediata y no hace compras anticipadas». Además, explicó que «hay áreas que hoy salen de la producción y por ende no tienen inversión encima».
«La caída de un 25% del área de trigo y un proyectado de 30% en maíz hace que se caiga la demanda de insumos», sintetizó Pablo Bressa, otro asesor de productores.
Para el asesor Juan Pablo Ioele, todo el mercado de insumos cayó porque «el negocio de siembra es malo», en especial en campo alquilado, donde en muchos casos los rindes proyectados no cubrirán los costos.
Otro motivo que esgrimen los especialistas es que frente al crecimiento de los problemas de malezas resistentes creció el uso de otros herbicidas. Sin embargo, en los primeros seis meses de este año las ventas de los productos «no glifosato» cayeron 6%, de 326,6 millones a 307 millones de dólares.
Fuente: La Nación, Fyo.com