De acuerdo a un estudio privado, los abortos y las enfermedades infecciosas reproductivas podrian generar una pérdida de $237.000 millones en la actividad ganadera, a partir de la caída en la producción de terneros.
Los índices de preñez y destete en la ganadería argentina son algunos de los factores de peso que impide elevar la productividad del sector, que además de asegurar el mercado interno generaría un saldo exportable de consideración.
Por citar un ejemplo y de acuerdo a datos oficiales, el porcentaje de destete a nivel nacional se ubica -en promedio- sobre el 65%. Si bien hay establecimientos que trabajan de manera eficiente y llevan esta cifra a un 90%, la realidad es que el rodeo vacuno argentino se encuentra estancado y no logra el despegue definitivo.
Números que preocupan
Un estudio elaborado por la firma Icasa (Ingeniería y Consultoría de Calidad S.A.) para el laboratorio CDV permitió trazar un mapa productivo. Así, el 64% de los ganaderos consultados señalaron que la causa principal de pérdidas de terneros entre el tacto y el destete son los abortos, seguido por un 49% de pérdidas en el parto.
En paralelo, las enfermedades infecciosas reproductivas producen una merma de un 10% en los rodeos de Argentina; esto representaría casi 2,4 millones de terneros menos logrados. A valores actuales -tomando como base un valor de $550 para un animal de 180 kilos- la pérdida económica podría alcanzar la cifra de $237.600.000.000 millones, unos U$S 850 millones.
“Factores relacionados al ambiente, como el estrés calórico, también tienen una incidencia importante en la preñez y su mantenimiento”, señalaron.
Manejo eficiente
En el manejo del rodeo bovino, la campaña de pre-servicio es una etapa fundamental para asegurar la reproducción exitosa. Durante este período, se deben implementae una serie de prácticas y medidas sanitarias clave que preparan a las vacas para el servicio natural o la inseminación artificial.
Según explicaron desde CDV, un plan estratégico de manejo y atención veterinaria debe incluir variables como el monitoreo del ciclo reproductivo, la aplicación de vacunas, complejos vitamínicos y antiparasitarios, y la evaluación de la condición corporal, entre otras.