Al difícil panorama que enfrenta la zona núcleo por la falta de lluvias en algunas áreas productivas, se suman las dificultades para el acceso a ciertos componentes que son claves en el proceso de fabricación local y post venta de maquinaria agrícola.
La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la producción de soja registrará una importante caída de 49 a 45 millones de toneladas, con una pérdida de exportaciones potenciales por US$ 2.262 millones.
A este complejo escenario productivo se suman ahora las dificultades para la incorporación de tecnologías de última generación.
“Si bien estimamos que este año se podrían repetir los volúmenes de ventas de maquinaria agrícola del 2020, de no contar con la disponibilidad de componentes, partes ni máquinas de modelos que complementan nuestra fabricación local, no podremos satisfacer las necesidades de los productores y contratistas argentinos”, afirmaron desde AFAT (Asociación de Fábricas y Distribuidores Argentinos de Tractores
Para los industriales de las maquinarias agrícolas “Si estas demoras no se resuelven, los primeros perjudicados serían los productores y contratistas, con quienes tenemos compromisos asumidos para asegurarles contar con máquinas de última tecnología a nivel mundial”, aseguran desde AFAT.
De persistir las demoras en las autorizaciones para el ingreso de los componentes importados “su efecto recaería sobre toda la cadena y el sector agroindustrial,. que es el responsable del 60% de las divisas generadas por exportaciones”, agregaron desde la Asociación.
“En campañas difíciles como ésta, con rindes afectados por la sequía, pero a su vez con precios de los granos cercanos a los máximos históricos en 7 años, contar con la última tecnología en maquinaria agrícola para poder levantar la cosecha con eficiencia y en el menor tiempo posible, es fundamental para asegurar la producción y el ingreso genuino de divisas para el país”, agregó Reynaldo Postacchini, presidente de la Asociación. (fuente Noticias AgroPecuarias)