“Inundaciones mortales en Pakistán. Calor abrasador e incendios forestales en el oeste de EE. UU. Lluvias torrenciales en Australia e Indonesia. Una megasequía en Brasil y Argentina”.
Así comienza un informe elaborado por la agencia de noticias Bloomberg, especializada en periodismo de economía y negocios, que traza una radiografía en profundidad sobre los daños que está generando La Niña a nivel global.
Vale recordar que ya está casi garantizado que la campaña 2022/23 estará afectada nuevamente por este fenómeno: desde 1950, solo ocurrió en tres oportunidades que hubiera tres años consecutivos con La Niña. La última vez fue entre 1998 y 2001. La anterior, entre 1973 y 1976.
Según Bloomberg, semejante racha derivará en “otro año de desastres climáticos que destruirán hogares, arruinarán cosechas, interrumpirán aún más el transporte marítimo, obstaculizarán el suministro de energía y amenazarán vidas”.
Y le puso cifra a esos daños: un impacto de U$S 1.000 millones en pérdidas en todo el Planeta.
Cambio climático
El reporte recuerda que La Niña, provocada por el calentamiento del Océano Pacífico ecuatorial, no es algo nuevo en la historia del Planeta, pero afirma que el cambio climático ha “magnificado” sus “calamidades”.
Los ciclos climáticos que provienen de La Niña “simplemente exacerban todos los problemas que ya existen en general, como la guerra en Ucrania y el aumento de los precios de las materias primas”, expresó Michael Pento, presidente y fundador de Pento Portfolio Strategies.
“Cuando agrega el clima extremo, solo crea un escenario para precios de energía más altos, precios de alimentos más altos y más inflación. Es negativo para la economía global y está trabajando en contra de la Reserva Federal”, agregó.
El problema es que, de acuerdo al nuevo pronóstico del Centro de Predicción del Clima de Estados Unidos, las probabilidades de que La Niña se prolongue hasta octubre aumentaron al 97%. Y de que se quede hasta enero, son del 80%.
En este marco, una firma de datos e investigación, Aon, estimó que las catástrofes climáticas le costaron al mundo U$S 268.000 millones en 2020 y otros U$S 329.000 millones en 2021. Así, los tres años consecutivos de la Niña dejarían una pérdida que podrá orillar, o incluso superar, el billón de dólares.
Daños globales
El informe, en este contexto, hace un repaso de manera regional por diversas zonas del Globo Terráqueo, para ejemplificar los daños de La Niña.
Menciona, por caso, de manera puntual a Argentina, donde “la sequía ha dañado los cultivos de soja y maíz, que son clave para la balanza comercial de la nación con problemas de liquidez. La sequía de varios años también ha secado el río Paraná, una ruta de navegación clave. Los comerciantes agrícolas y los agricultores han tenido que lidiar con la logística adicional y los gastos de enviar más exportaciones desde puertos alternativos”, indica.
Los otros ejemplos:
Estados Unidos y Canadá. La sequía extendió por las partes occidentales, dejando los embalses casi vacíos y provocando una escasez generalizada de agua para riego y producción de energía hidroeléctrica. En Texas, la falta de agua provocó enormes pérdidas para la cosecha de algodón.
Australia. Lluvias torrenciales inundaron gran parte de Nueva Gales del Sur, Queensland y Victoria. Los diluvios provocaron la muerte de 20 personas y dañaron más de 15.000 hogares, con reclamos de seguros que superan los U$S 3.000 millones. Asimismo, los aguaceros provocaron una degradación de la calidad de la cosecha de cereales de la última temporada, y ya han retrasado la siembra de trigo y cebada de la nueva campaña.
Brasil. El clima intensamente seco afectó a los campos de café, azúcar y naranjos en Brasil, el mayor exportador mundial de esos tres cultivos.
Pakistán. Las inundaciones han devastado el país, provocando el fallecimiento de casi 1.500 personas y causando daños por al menos U$S 10.000 millones. Los diluvios también asolaron Bangladesh y afectaron a unas 7,2 millones de personas, según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Lo mismo sucedió en la Indica, con perjuicios en unas 300.000 viviendas. (fuente Infocampo)