Productividad de soja en argentina, algo rezagada respecto a competidores

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La productividad media de la hectárea de soja en la Argentina durante la última década creció menos que en Brasil y en los Estados Unidos.

La productividad media de la hectárea de soja en la Argentina durante la última década creció menos que en Brasil y en los Estados Unidos, debido a la falta de rotación de los cultivos, de incorporación de tierras de más baja aptitud y a una disminución en las inversiones. Así lo advirtió un informe de la Fundación Mediterránea, que asegura que el gran desafío para el agro es «acelerar las ganancias» en el aspecto productivo.

Según este relevamiento, en la Argentina la productividad de la hectárea de soja creció al 0,8% anual contra el 1,5% de Estados Unidos y el 1,9% de Brasil. El economista del IERAL de la Fundación, Juan Manuel Garzón, atribuyó el «rezago argentino a factores tales como la falta de rotación de cultivos, incorporación de tierras de menor aptitud y menor inversión por hectárea».

TIERRAS ASISTIDAS
«La producción de soja se incrementó por el aumento de tierras asignadas, pero este proceso no es replicable a futuro», indicó en el editorial del Informe de Coyuntura. Explicó que «la frontera sojera está en el límite, y la falta de rotación conspira contra la propia productividad de la oleaginosa y de todo el sistema».

«El desafío es mayúsculo, ya que si se supone la superficie constante a futuro, la producción de soja argentina se duplicaría recién dentro de 86 años, manteniendo la actual productividad, plazo que se reduciría a 48 años de alcanzarse la productividad de Estados Unidos y a 37 años de replicarse la trayectoria brasileña», estimó.

Garzón evaluó que en las últimas tres campañas agrícolas, «la productividad media de la soja fue un 7% menor en Argentina que en Brasil y un 8% más baja que en Estados Unidos, según estadísticas oficiales de los tres países».

Asimismo, aclaró que «10 años atrás la situación estaba mucho más nivelada y no se encontraban diferencias de productividad entre la Argentina, Brasil y Estados Unidos». Consideró que «existe un consenso importante en el sector respecto de que se ha llegado a los límites de la frontera sojera y que la falta de rotación de cultivos conspira contra la propia productividad de la oleaginosa y de todo el sistema».

El paso lento de la productividad sojera también tiene que ver con la falta de un flujo de inversión en nuevas variedades de semillas, en fertilizantes, en adelantos tecnológicos en materia de bienes de capital, en generación de capital humano, entre otros factores.