A partir de un mayor conocimiento de los beneficios brindados por el consumo de huevos de gallinas, y la caída de algunos mitos sobre los males que causarían en la salud humana, se viene registrando un importante aumento en la demanda. Es que, a pesar de su costo, sigue siendo una de las proteínas más económicas del mercado.
“En Granja Bonovo, ubicada en Cavanagh, sudeste de Córdoba, llevamos a cabo el proceso de recría, recibiendo las pollitas desde el día 1 de vida hasta que alcanzan la edad adecuada para la producción. Actualmente, contamos con 21 mil gallinas bajo un sistema libre de jaulas (cage free) y producimos, aproximadamente, 13.500 huevos diarios”, informó Santiago Bonadeo, quien junto a su familia lleva adelante este emprendimiento.
Sobre cómo los afectó el incremento de la demanda registrado en los últimos meses, el avicultor adelantó que “estamos evaluando la posibilidad de expandir nuestra producción. Este crecimiento en la demanda se debe a un mercado más consciente y exigente, que busca productos de alta calidad, orgánicos y certificados”.
Por otra parte, Bonadeo describió que “nuestra granja cuenta con la certificación Certified Humane, un estándar internacional que garantiza que las gallinas sean criadas bajo estrictos parámetros de bienestar animal. Esta certificación asegura que las aves tienen acceso a espacios adecuados, alimentación balanceada y un manejo que minimiza el estrés”.
Un detalle no menor, es que se realizan auditorías anuales que verifican el cumplimiento de estos requisitos, y cualquier incumplimiento puede resultar en la pérdida de la certificación. “Esta garantía es altamente valorada por los consumidores que optan por productos producidos de manera ética y responsable”, subrayó el empresario.
La Magdalena
Omar Lamarchesina es un emprendedor avícola de la zona de Chovet, en el extremo sur de la provincia de Santa Fe, y si bien sus orígenes fueron como productor porcino, de a poco el negocio fue decantando hacia el lado de las gallinas y los huevos.
El establecimiento familiar que comanda se llama “La Magdalena”, y la fuerte apuesta de Lamarchesina es que sus hijos tomen la posta en un futuro y amplíen el negocio.
En el emprendimiento familiar cuentan con alrededor de 5 mil gallinas, con la mirada puesta en incrementar el número de aves en un futuro, pero ya con Omar alejado de la conducción de la empresa, “ya se encargarán los hijos de ese paso, y yo estaré como asesor, nada más”, afirmó el entrevistado.
En lo que se refiere al consumo de huevos, el empresario aseguró que hace un par de años se incrementó “muchísimo”, como consecuencia de un cambio de hábitos y creencias: “Antes se decía que comer huevos era malo para el colesterol, y hoy se recomienda que todo el mundo comer huevos y eso hizo que aumentara mucho el consumo”. En la actualidad La Magdalena tiene una producción diaria de 3500 huevos que se comercializan en Chovet y todo el corredor hasta Venado Tuerto.
Paralelamente, en tiempos de crisis, este producto es una proteína económica, “es una dieta más barata dentro de los productos de la canasta, por eso la gente se volcó mucho al consumo de huevos”.
El huevo reúne una serie de condiciones para seguir aumentando el consumo pese a la crisis: su bajo precio en comparación con las carnes, y la versatilidad que tiene para su consumo, aportando proteínas y vitaminas. Además, cuenta con el adicional de ser la proteína animal más amigable con el medio ambiente, ya que prácticamente no genera huella de agua ni de carbono
En los últimos años, el sector avícola fue golpeado por distintas enfermedades, como la influenza aviar, que generó serios inconvenientes en el sector. En este sentido, Lamarchesina comentó que “nosotros no hemos tenido grandes inconvenientes porque las aves las compramos adultas, no hacemos recría, y ya vienen con todas las vacunas correspondientes, con lo cual están cubiertas y por ahora no tuvimos ningún inconveniente”. (Por Pablo Salinas/www.expoagro.com.ar)