Pronostican un crecimiento de la superficie sembrada con soja de segunda

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soja segunda

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que se prevé una mayor participación del área sembrada con soja de segunda para el ciclo 2019/20.

Según el informe de precampaña realizado por la entidad porteña, la superficie proyectada para soja durante el nuevo ciclo es de 17.600.000 hectáreas, registrando una expansión interanual de 200 mil hectáreas.

Esto es un crecimiento de 1,1 % en relación a la campaña pasada que se habían sembrado 17,4 millones de hectáreas durante la campaña 2018/19.

De concretarse esta superficie, y teniendo en cuenta las perspectivas climáticas de mediano y largo plazo, la producción podría alcanzar a 51 millones de toneladas.

En consecuencia, el nuevo ciclo registraría una caída interanual de producción de 7,4 % explicada por una menor expectativa de rendimientos a cosecha.

Sin embargo, para esta nueva campaña se prevé una mayor participación del área sembrada con soja de segunda, como consecuencia a la expansión de la superficie implantada con trigo, explicó la Bolsa de Cereales porteña.

El área ocupada con doble cultivo (trigo – soja de segunda) aportaría el 33 % de las 17,6 millones de hectáreas proyectadas, alcanzando un nuevo récord para esta modalidad de siembra.

«Es importante aclarar que, dado que el rendimiento potencial en soja de segunda es inferior a sojas de primera, una mayor partición de superficie con doble cultivo genera una menor expectativa de rendimiento promedio nacional a cosecha», esgrimió el informe.

Finalmente, si bien el escenario climático para los próximos meses resulta alentador, difícilmente se puedan repetir las elevadas productividades recolectadas durante la campaña 2018/19, en la que lotes de primera y segunda entregaron rendimientos muy por encima a las expectativas.

Escenario Tecnológico

Dado el escenario previsto para la campaña 2019/20, no se esperan cambios significativos en relación a la tecnología aplicada en el cultivo de soja, según el informe de la entidad.

En las últimas campañas, el nivel tecnológico se mantuvo prácticamente estable, con un ligero incremento del nivel alto. En términos generales, la producción de soja presenta mayor adopción de nivel tecnológico alto que los cultivos de girasol y sorgo, aunque se encuentra por debajo del maíz.

Con respecto a las tecnologías en semillas, la adopción de soja Bt, que otorga resistencia a insectos lepidópteros, creció sostenidamente durante los últimos años. Sin embargo, en la campaña 18/19 se mantuvo constante respecto de la anterior y se espera una estabilización de esta tendencia para la próxima campaña. Los valores más altos de adopción se presentan en el norte de la región agrícola, donde se registra una alta incidencia de lepidópteros y en consecuencia la tecnología Bt cobra gran importancia. En contraposición, su adopción hacia el Sur cae significativamente

Por su parte, la adopción de soja STS (tolerante a herbicidas sulfonilureas) crece sostenidamente. En la última campaña 2018/19 su adopción creció un 43% respecto de la anterior y se espera que esta tendencia continúe en la próxima campaña, aunque a menor tasa.

Con respecto a la fertilización del cultivo de soja, en la campaña 2018/19 se aplicó fósforo en una dosis promedio nacional de 9 Kg P/Ha. En las regiones del NOA y Núcleo Sur se registraron las mayores dosis promedio con 12 Kg P/Ha y en Núcleo Norte con 11 Kg P/Ha. En el caso de azufre, la cantidad promedio fue de 5 Kg S/Ha. Estos valores fueron prácticamente constantes en las últimas 5 campañas relevadas y no se esperan cambios en las dosis aplicadas para la campaña próxima.

Para la campaña 2019/20 los precios a cosecha de soja están por debajo de los precios de la campaña previa. En particular, hacia fines de septiembre la diferencia interanual en los futuros de soja a mayo 2020 muestra una caída cercana al 5%.

A partir de los planteos productivos y el uso de tecnología relevados por el ReTAA (Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada) en las distintas zonas productivas del país, se presenta un aumento de los costos directos para la soja de entre 4% y 10%, aunque se mantiene la distribución entre zonas.

Con menores precios a cosecha y aumento de los costos directos para la campaña 2019/20, los márgenes brutos para todos los cultivos tienen un descenso más que importante.