Para el sector, el nuevo gobierno también debe ser «el inicio de una nueva política para el campo»
Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas y Sociedad Rural Argentina, integrantes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias, junto a un numeroso grupo de productores y ciudadanos se manifestaron frente al Obelisco con la intención de exponer los daños que ha dejado en la producción agropecuaria la política aplicada durante los últimos 12 años.
Bajo la consigna «No maten al campo», y a través de la exhibición de productos de todo el país, con el valor que recibe el productor por su venta, se buscó dejar en evidencia la enorme brecha que hay entre los precios de quebranto que recibe el productor y lo que paga el consumidor. En algunos casos las diferencias superan el 2000%. Es por esta razón que desde 2002, tuvieron que dejar la actividad más de 95.000 productores.
Las tres entidades solicitaron que tanto las autoridades nacionales vigentes como las que se harán cargo del gobierno, a partir del 10 de diciembre, asuman la crisis y la incorporen en su agenda, como uno de los principales problemas por resolver.
«Esta situación se revertirá si se eliminan las retenciones a las exportaciones, si se baja la presión impositiva para el campo, se eliminan las trabas a las ventas externas y se trabaja para abrir nuevos mercados. Al mismo tiempo, es necesario sincerar la situación económica, reducir los niveles de inflación y realizar las obras de infraestructura que permitan bajar los costos del transporte de los productos», dijeron las entidades en un comunicado.
El próximo 10 de diciembre comenzará un nuevo gobierno. «Ese también debe ser el inicio de una nueva política para el campo, política que en vez de castigar a los productores, genere competitividad e incentivos para producir», expresaron en un comunicado.