La tendencia en las transformaciones a nivel mundial marca el rumbo hacia una economía circular. Esto implica la transición de sistemas lineales, que producen un agotamiento de los recursos y generan niveles elevados de emisiones y residuos, a sistemas circulares, más eficientes y sostenibles a la vez que proporcionan oportunidades de trabajo y una buena calidad de vida. Se trata de una contribución fundamental a la Agenda 2030 de desarrollo sostenible y sus objetivos en esa línea.
La producción animal, a través de los años, se ha ido concentrando en espacios más reducidos con alta cantidad de animales por metro cuadrado. Esto genera una gran acumulación de residuos pecuarios. Córdoba fue la provincia pionera en regular el uso de ese tipo de desperdicios y la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), conjuntamente con otras instituciones, aportaron conocimientos científicos para la redacción de las normativas.
El Campo Escuela de la FCA cuenta con un tambo que trabaja bajo un sistema intensivo, estabulado con encierre total de todas las categorías, en el cual se realizan dos ordeñes diarios. Se estima una generación de 70 litros de efluentes por vaca por día que proviene del bosteo y orina de los animales, del agua de los techos, del lavado del corral de encierre, de la pista de espera y del lavado de la máquina y equipo de ordeñe.
Considerando un rodeo de cien vacas en ordeño, y un tiempo de retención mínimo del efluente de 120 días, se diseñó una laguna para el tratamiento de efluentes líquidos y se prevé la colocación de un separador de sólidos para eficientizar el uso de la laguna de estabilización y minimizar la generación de gases de efecto invernadero.
A su vez, el establecimiento dispone de un módulo porcino que actualmente cuenta con 40 madres y 130 lechones en engorde dispuestos en túneles de viento con sistemas de cama profunda (rollos de moha). En estos momentos hay dos túneles de gestación, uno de lactancia y tres de engorde.
Cada túnel tiene una profundidad para la cama de moha de 50 centímetros y un largo de nueve metros y ocho metros de ancho. Con una frecuencia trimestral se cambian las camas y se utilizan para pilas de compostaje que son regadas y volteadas con una volteadora de compost.
Al igual que en muchos establecimientos agropecuarios mixtos es posible reusar estos residuos pecuarios estabilizados (efluentes estabilizados y compost) para restituir materia orgánica y nutrientes al suelo como una propuesta que se enmarca en los planes de economía circular y climáticamente inteligente.
Desde la FCA invitan a las empresas relacionadas a la temática y a los productores y las entidades interesadas a conocer sobre estas tecnologías climáticamente inteligentes y también a colaborar en el desarrollo conjunto de proyectos. (fuente AgroVoz)