Las constantes y abundantes lluvias del actual verano, sumadas a los más de mil milímetros por año que vienen cayendo desde 2014, golpearon y golpean al sudeste santafecino, que sufre en términos de producción, como así también en sus poblaciones.
La laguna La Picasa no es ajena a ello y también lo sufre, como lo viene haciendo desde hace ya muchos años, con obras inconclusas, paralizadas o construidas muy lentamente, que hacen retroceder todo trabajo de bombeo ante cada precipitación.
Dialogamos con Roberto Ravera, integrante del Comité de Cuencas de laguna La Picasa, quien advierte previo a la nota que piensa «distinto a casi todos» y celebra la pluralidad de voces. Además asegura que las soluciones de fondo «son pensamientos de un loco y por eso son descartadas».
Toda la actualidad de la laguna, posibles soluciones y algún que otro «sueño» en la siguiente nota:
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