Rossmet tiene orígenes que pueden rastrearse más de 40 años atrás, cuando Santiago Rubén Rossi, con pasado en la empresa Giubergia, demostró sus dotes de emprendedor.
Su experiencia y conocimientos en metales fueron aplicados en el germen de lo que hoy es Rossmet, una empresa con base en Venado Tuerto (Santa Fe), que provee agropartes a marcas internacionales en Argentina.
Y que también exporta sus productos, de manufactura nacional, a diferentes lugares del mundo.
Pero también viene incursionando en la fabricación de máquinas. Así logró impactos con el draper Lito (el apodo del fundador) y los recolectores de pasturas y otros cultivos.
Santiago Rossi, continuador del legado familiar y hoy gerente de la empresa, describe en diálogo con Maquinac la actualidad de Rossmet y su proyección al futuro con más inversiones.
Fortalezas
¿Cuáles son los puntos centrales hoy del negocio de Rossmet?
El 70% de la producción de la empresa está dedicado a la fabricación de repuestos de cosechadoras.
Tanto sea para el mercado interno, para terminales, como CNH Industrial, AGCO y Metalfor, como para el exterior.
Somos proveedores, en el caso de CNH y AGCO, para las cosechadoras que están en el mercado argentino. Para la producción de esas máquinas y también para la red de concesionarios.
Y esta campaña, tanto para finos como para gruesos, se presenta muy bien. Habrá mucha demanda de repuestos.
¿Qué hace la empresa en comercio exterior?
De ese 70%, el 50% de repuestos se exporta a países como Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, países de Europa, incluyendo Ucrania, y el Mercosur.
De manera que somos proveedores en Argentina de marcas internacionales, en la fabricación de cosechadoras y en la reposición, y también exportadores de agropartes.
¿Qué agropartes se hacen para las cosechadoras?
A los fabricantes proveemos partes como tubos de descarga, cono, cóncavos o piezas en general. Son piezas, mayormente, en chapa.
Desarrollo
¿Qué posicionamiento ha logrado Rossmet en drapers?
En cuanto a drapers, tanto la reforma a lona como el modelo Lito (denominado así en homenaje al fundador de la empresa, Santiago Rubén Rossi), abarcan el otro 30% de la producción de la empresa.
Hoy se está trabajando a demanda y tenemos tres a cuatro meses ya vendidos. Y se estiman, entre reforma a lona y el draper Lito, unas 50 unidades al año.
¿Con qué concepto se desarrolló el draper Lito?
El draper Lito está basado en lo que nos fueron indicando los mismos contratistas.
Un grupo de contratistas nos fue acercando observaciones sobre lo que necesitan de un draper.
Es gente que tiene muchas máquinas y muchos años de experiencia como contratistas.
Entonces, combina la tecnología que traen los cabezales nuevos con la sencillez de uso que necesita el contratista.
¿Qué ofrece el producto?
Lo que se hizo con el draper Lito es lo básico de todos los drapers. Dos lonas laterales con una lona central, sistema flexible y un movimiento orbital.
Y lo que se buscó es que la parte mecánica sea sencilla.
Así, en el norte o en el sur del país, el contratista no depende de la empresa, sino que puede conseguir el repuesto en cualquier parte.
¿Cuál ha sido la repercusión en el mercado?
La buena aceptación que tuvo el cabezal en el mercado, nos llevó a que tengamos una producción de dos o tres unidades mensuales. Es un nivel que no teníamos calculado.
Sobrepasó las expectativas, a tal punto que montamos una nave nueva, especialmente para la fabricación de los cabezales.
Innovadores
¿Cuál es el mercado que tienen los recolectores?
Tuvieron mucho impacto, igual que los drapers. Fueron probados por gente del norte del país y se utilizaron para el poroto.
Los recolectores, en general, son para pasturas y para cualquier material de corte e hilerado que haya que levantar.
¿Cómo operan?
Trabajan con un sistema de tipo americano, con doble lona y movimiento hidráulico.
Han tenido muy buena aceptación y han sido furor en el norte. En las últimas temporadas, se vendieron entre 50 y 60 unidades por año. Es decir, la producción completa.
Estamos trabajando con dos modelos de recolectores. El 615SR, de 4,50 metros de ancho de trabajo y el 609SR de 2,40 metros.
Potencial
¿Qué panorama comercial hay para la reforma de plataformas a lona?
Hay un mercado muy grande. Nosotros nos iniciamos en el rubro hace siete años y hoy la actividad nuestra está basada en dos o tres cabezales mensuales que se reforman a lona.
Se ha ido evolucionando y hoy se logra un draper a nuevo con chasis usado. Es un producto que tiene mucho mercado.
¿La reforma lona tiene terreno para seguir creciendo?
Aquel que no llega a un draper nuevo, tiene la opción de un equipo eficiente y más accesible económicamente.
Todavía hay un mercado grande representado por las primeras máquinas axiales, de diez años para atrás, y que son las que se ajustan a este tipo de productos.
Estructura
¿Cómo se compone la planta industrial de Rossmet?
Hoy la fábrica tiene un predio de 7.500 m2 cubiertos. Se procesa todo el material para fabricar.
Contamos con toda la maquinaria necesaria, como por ejemplo para corte y plegado y también robots de soldadura, tornos y centros de mecanizados.
Prácticamente el 80% de las piezas se producen en la planta.
Hay 100 empleados de planta. La fábrica madre se dedica a las agropartes y hay una nave nueva de 2.000 m2 para producir los drapers.
¿Se ha invertido en recursos industriales?
Normalmente, todos los años invertimos en tecnología fabril. Ahora en octubre nos está llegando un láser nuevo y otro robot de soldadura nuevo.
Todos los años la empresa dedica recursos a la mejora tecnológica.
Proveer a marcas globales ¿plantea un mayor nivel de exigencias en calidad?
Así es. Todo lo que es la línea de repuestos se trabaja según las normas ISO, exigidas por las compañías globales. (fuente MAQUINAC)