La cooperativa convocó a una reunión extraordinaria de accionistas para el 30 de mayo. Se definirán los pasos a seguir, tras haber obtenido ayuda financiera oficial.
Tras el acuerdo arribado entre el gobierno nacional y con el gremio Atilra hace unas semanas, en el que se decidió reducir el aporte mensual permanente y discutir un próximo convenio colectivo de trabajo de la industria lechera, la cooperativa SanCor respiró aliviada y ya anunció los próximos pasos a seguir. En principio, convocó a una asamblea extraordinaria para el 30 de mayo, en su sede central de Sunchales, donde buscará acordar entre sus dirigentes y asociados un camino que los lleve a un repunte tanto económico como productivo.
Según comunicó a la Comisión Nacional de Valores (CNV), el objetivo principal es aprobar el denominado «Plan SanCor» y el Fideicomiso Financiero de Administración, aprobado por el Consejo de Administración de la empresa en marzo de este año. De esta manera, se buscará facultar a dicho Consejo para que «negocien las condiciones, contrataciones, cláusulas contractuales, términos y condiciones y demás documentación para implementar el plan de restructuración», expresó.
Producto del acuerdo con el Gobierno, la cooperativa recibió el viernes pasado el primer desembolso de los fondos prometidos por la Nación, que se conforma de un crédito por un total de $ 450 millones. Ese primer desembolso, sería por unos $ 200 millones, que, sin embargo, no serían administrados directamente por la dirigencia de la láctea, sino que se estima que habrá un estricto control estatal, que pondrá el foco en la prioridad de pago a productores y empleados. De hecho, se conoció que en los últimos días, los trabajadores de la planta de Sunchales fueron notificados del depósito de $ 13.000, según publicó el diario Castellanos, a cuenta de los sueldos adeudados, aunque el adelanto se habría efectuado para la totalidad de la plantilla de la cooperativa.
Además, SanCor también comenzó a pagar ayer parte de los compromisos asumidos con los tamberos que corresponden a obligaciones pendientes del mes de abril. La deuda de la compañía sólo en concepto de salarios sería superior a los $ 500 millones.
A este aporte oficial habrá que sumarle las que prometen ser otras fuentes alternativas de financiación. Según se publicó en el sitio especializado en lechería ediarynews, en las últimas horas un importante agente financiero acreedor de la empresa ofreció un préstamo de u$s 45 millones, a garantizarse con una marca y con plantas o líneas de producción. También se habría destrabado un cobro de Venezuela por u$s 7 millones, de una deuda que rondaría los u$s 37 millones.
La readecuación financiera va en línea con los pedidos del Gobierno nacional de presentar un plan de reestructuración que incluya no sólo adecuar los números sino también el tamaño de la compañía, para definir una posible venta de parte de la empresa. El propio Ricardo Buryaile, había destacado que el Gobierno pretende que SanCor y el resto de la industria lechera del país «sea sustentable» por sí misma y no dependa de aportes extraordinarios del Estado. Hasta el momento habría dos interesados serios, que serían Lactalis y el grupo mexicano Lala.
Quien también se expresó respecto del aporte del Gobierno fue el Ministro de Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, quien afirmó que la ayuda ofrecida para la cooperativa láctea «llegó 40 días tarde».
«La situación de SanCor es muy delicada y muy comprometida de cara a una futura capitalización», sostuvo, e hizo hincapié en lo que cree que es un salvataje para vender la compañía: «Yo hubiera hecho otra cosa, como intervenido con todos los instrumentos, como el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes); hubiera convocado a los gobernadores a trabajar en un proyecto que pueda reestructurar la cooperativa y sacarla adelante; hacer un salvataje en términos de cooperativa y no de privado», afirmó.
Por Cronista Comercial