Los compradores buscan un plan de pago para saldar los $2.500 millones que le adeuda al organismo, pero aún no recibieron una respuesta positiva.
La láctea tiene 10 plantas de producción y vendió cuatro.
Dos meses después de que los asociados de la cooperativa láctea SanCor acordaran en asamblea la venta del más del 90% de la compañía a Adecoagro, la operación continúa sin hacerse efectiva y ahora apareció el fantasma de la AFIP.
Según trascendió, en aquel momento Adecoagro se quedaría con la empresa láctea insignia de la Argentina luego del desembolso de u$s400 millones y a la par se haría responsable del pago de una deuda con la AFIP de $2.500 millones y otros $11.500 millones derivados de créditos comerciales.
Mientras que este último ítem está en manos de la Justicia comercial de Santa Fe, que deberá darle el visto bueno a los acuerdos preventivos extrajudiciales (APE) que la cooperativa había negociado con sus acreedores comerciales y financieros. Los intentos de Adecoagro para conseguir un plan de pago con la AFIP no habrían llegado a buen término lo que complicaría toda la operación.
Lo cierto es que distintas fuentes que están trabajando en la concreción del traspaso de mando detallan que por el momento no se cayó la venta pero si reconocen que los tiempos se alargaron mucho más de lo previsto.
Por supuesto la incertidumbre reina en el sector porque hasta el momento Adecoagro no desembolsó un solo peso de todo lo prometido y se mueve con mucha cautela en este escenario. Incluso sus directivos prefieren hacer oídos sordos a los diversos rumores que corren por estos días.
En el mientras tanto la empresa láctea continúa recibiendo leche, en promedio alrededor de 1,4 millones de litros diarios, y la producción marcha en carriles normales.
Sus empleados están cobrando sus salarios en tiempo y forma, aunque según los registros de la AFIP se sigue acumulando deuda derivada del incumpliendo en el pago de aportes de la seguridad social.
Al mismo tiempo, los registros del BCRA dan cuenta que en los últimos seis meses la cooperativa acumuló 736 cheques rechazados por poco más de $41 millones.
Sin lugar a dudas el panorama es complejo, porque desde la empresa comandada por Mariano Bosch descartaban encontrar alguna facilidad de pago que contemple la situación particular de la láctea pero desde el otro lado no encontraron una respuesta satisfactoria.
Otro interrogante que surge además es si realmente Adecoagro cuenta con la espalda financiera adecuada para hacerle frente a los millonarios pasivos que tiene SanCor. Si bien se presenta como un gigante de los agronegocios, sus números son bastante magros. Su facturación anual asciende a alrededor de u$s900 millones al año y su ganancia después de impuestos en su último ejercicio alcanzó los u$s6 millones, incluso, cuando más ganó fue en 2012 con u$s12 millones.
Supo tener entre sus inversores a George Soros pero el magnate vendió su participación accionaria en agosto del año pasado. En ese momento la compañía perdió a un punto clave a la hora de proyectar su crecimiento y eso se hizo sentir en la cotización de sus acciones en la Bolsa de NY que mostraron un desempeño, por lo menos, errático durante el último año.
Así es que el futuro de SanCor continúa abierto y quizás este panorama muestra a las claras porqué la gigante neozelandesa Fonterra se mantuvo firme en su oferta por la láctea argentina. Sabía que sus pasivos no eran de tan fácil cancelación. Adecoagro, fue más allá y ahora sigue negociando.
Por Yanina Otero | Ambito Financiero