En el centro norte de Santa Fe se presentaron óptimas condiciones para avanzar con el proceso de siembra. De esta manera productores dieron inicio a una nueva campaña de soja.
En el centro norte de Santa Fe, la inestabilidad climática con el avance de un frente de tormenta y con precipitaciones de variadas intensidades, distribución geográfica heterogénea y vientos fuertes que fuera pronosticado se concretó, por lo cual se generaron buenas condiciones de humedad edáfica permitiendo óptimas condiciones para el proceso de siembra, observándose el movimiento de equipos y de sembradoras en distintos lugares de los diferentes departamentos que constituyen el área de estudio comenzando con regularidad la implantación de soja.
Productores con mayores superficies a sembrar y otros influenciados ante los diversos pronósticos y efectos del “fenómeno El Niño” son los que comenzaron a marcar el ritmo de siembra. Hay preocupación por las malezas, como es la presencia de rama negra en los lotes, el crecimiento de las poblaciones de sorgo de alepo resistente y la temprana aparición de yuyo colorado. La temperatura media baja sigue siendo la condición particular que influyó en los estados fenológicos de los cultivares implantados y los futuros a implantar.
AVANZA LA SIEMBRA DE SOJA
Con buena disponibilidad de agua útil en la cama de siembra luego de las precipitaciones de la última semana, comenzó el movimiento de las sembradoras para dar ritmo al proceso de siembra. Éste avanzó un 1,5%, representando aproximadamente unas 13.500 hectáreas, sobre una intención de siembra de 900.000, revelando que para esta campaña será muy similar o levemente superior al ciclo agrícola anterior, cuya superficie sembrada con soja de primera fue de 890.000 hectáreas.
Para el caso de la soja de segunda, de acuerdo a los sondeos realizados, se observa igual situación o con una tendencia a disminuir la superficie a sembrar, todo condicionado a la futura incidencia del fenómeno El Niño.
¿CÓMO VIENE EL TRIGO?
Los cultivos continuaron expresando un estado general de «bueno» a «muy bueno» en el 75% de los trigales; un 23% presentó un estado de «regular» a «bueno» y el 2% restante «regular». La buena disponibilidad de agua útil en los suelos y el avance en los estados fenológicos de los cultivares no evidenciaron problemas en los período críticos de floración y posterior llenado de grano.
En una primera aproximación sobre rindes promedios para la campaña, se estima:
Para los tres departamentos del norte del área, un rinde promedio entre 19 y 22 qq/Ha.
Para los departamentos del centro de la región, un promedio estimado entre los 24 y 28 qq/Ha. y c) para los departamentos del sur del área, un rinde promedio entre los 28 y 34 qq/Ha.
MAÍZ DE PRIMERA Y SEGUNDA
La superficie sembrada con maíz de primera es de 53.500 hectáreas, total que significa una reducción del 40,55% de la superficie sembrada en comparación con la campaña anterior, lo que representa un descenso de 36.500 hectáreas menos.
En los primeros sondeos, el panorama para el maíz tardío (de segunda) no sería diferente a la realidad que presentó el maíz temprano, por lo cual también experimentaría una reducción en la intención de siembra del orden del 20 a 22%, en comparación con la intención de siembra de la campaña anterior.