El alivio llegó. El 90% de la región núcleo acumuló más de 30 milímetros de lluvia del 20 al 24 de octubre. Si bien llegaron tarde para sumar algunos puntos al rendimiento del trigo, resultan determinantes para frenar la caída de los rindes. Además, se destraba la siembra de soja. La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario estima una superficie de 5,1 millones de hectáreas para la oleaginosa en la región núcleo, 11% más que la campaña anterior.
“Las precipitaciones durante todo el mes parecen indicar que finalmente la influencia positiva de El Niño, muy presente en extremo noreste del país desde hace dos meses, comienza a llegar al corazón de la región pampeana”, reseñó el consultor Alfredo Elorriaga.
En ese sentido, el informe detalla que finalmente la persistente circulación sur, predominante desde el inicio de la primavera, se retrajo y permitió el ingreso al centro de la región pampeana de parte del aire cálido y húmedo que se había mantenido estacionario en el extremo norte de la Mesopotamia y sur del Brasil. Gracias a este mayor contenido de humedad, el avance de un sistema frontal, en la tercera década del mes, dejó lluvias generalizadas en toda la región núcleo.
“Los mayores beneficiados fueron el sudoeste de Santa Fe, el sur de Córdoba y el noroeste de Buenos Aires, donde los acumulados superaron los valores medios normales, en algunos casos alcanzando entre 40 y 100 milímetros de lluvia. En Entre Ríos también se registraron valores superiores a 60 milímetros. Dentro de la zona núcleo, la localidad de Rufino (Santa Fe) fue la gran ganadora con 105 milímetros de lluvia”, señaló GEA.
Las reservas de agua
El último evento pluvial permitió acumular en lo que va de octubre registros que alcanzan, e incluso superan, la media estadística de ese mes. Para la región núcleo ésta oscila entre 75 y 90 milímetros. Esto se visualiza, en particular, en el extremo suroeste regional. No obstante, estos acumulados resultan insuficientes para optimizar el estado de reservas de manera generalizada.
En el norte de GEA aún persisten niveles de sequía. En este sector se requieren acumulados entre 120 y 180 mm en las próximas dos semanas para alcanzar el estado óptimo de agua en el perfil, mientras que, en el centro y sur, los valores oscilan entre 60 y 100 mm.
Si bien estas lluvias han sido un alivio bienvenido, la región aún sigue monitoreando de cerca sus reservas hídricas de cara a la campaña gruesa que comienza y a la fina que ya va terminando, indicó la BCR.
Rinde de trigo
Desde la entidad rosarina resaltaron que hasta antes de la tormenta, en la región había 650.000 ha de trigo en condiciones regulares a malas y los descuentos en rindes parecían no detenerse. Con la llegada del agua los lotes en peores condiciones bajaron 20 puntos porcentuales y ahora se contabilizan 450.000 ha bajo condiciones de regulares a malas. Si bien las lluvias llegaron tarde para sumar algunos puntos al rendimiento, ya que el 80% del cultivo se encuentra en llenado de granos, resultan sumamente determinantes para frenar la caída de los rindes.
Así, en Carlos Pellegrini y María Susana, en el centro sur de Santa Fe, una de las zonas más golpeadas por la sequía, estas lluvias permiten completar el llenado de granos y le ponen un piso a la caída del rinde. Se estima un rendimiento mínimo de 10 qq/ha y un techo que podría alcanzar 20 qq/ha. En el sur santafesino, como en San Gregorio, estiman un rinde entre 25 y 35 qq/ha. Pero hay una franja entre San Gregorio y Christophersen que fue afectada por granizo, perdiéndose los lotes completos. En la zona de Bombal y Bigand, “estas lluvias permiten generar condiciones de llenado excelentes en búsqueda del máximo potencial del cultivo”, comentaron. Se espera un rinde promedio de 40 qq/ha y lotes que lleguen a 50 qq/ha.
Pero en el sudeste de Córdoba, las lluvias fueron muy desparejas. El cultivo fue muy afectado por la sequía pero el rendimiento se podrá compensar en parte con el peso de grano. Se estima un promedio de 20 qq/ha. Sin embargo, hay lotes que ya se han enrollado o picado y se piensa en secar otros por su mala condición.
Siembra de la soja
Con este aguacero, la próxima semana comenzará el desfile de sembradoras de soja en la región. Este año hay intenciones de recuperar unas 300.000 ha, que el año pasado quedaron afuera de los planes de siembra por la falta de humedad. Además, se suman 200.000 ha que no pudieron sembrarse con maíz temprano en este año.
En Carlos Pellegrini la superficie aumentará en un 10% por el pasaje de los lotes de maíz que no se van a sembrar. En Bigand apenas se oree el terreno se inicia la siembra de la oleaginosa. Se estima un crecimiento del área del orden del 25%. En San Gregorio comenzarán a sembrar la semana que viene. La superficie sería similar a la del año pasado. En Monte Buey la siembra se larga la semana que viene, en cuanto haya piso. De esta manera, se estima un superficie de siembra de 5,1 M ha en la región núcleo, 11% más que la campaña anterior, reseñaron desde GEA.
Lotes de maíz temprano
La incertidumbre climática es el factor determinante que marca la dinámica de siembra del maíz 2023/24. Con 870.000 ha ya sembradas y con la fecha calendario sobrepasando la ventana óptima de siembra de la región, se prevén solo algunas incorporaciones adicionales de lotes tras las lluvias que llegaron sobre el final. Desde el extremo sur de santafecino, en Sancti Spiritu indican que podrían avanzar solo un 10% del maíz temprano que quedo por sembrar. En Bigand, que contaban con algunos milímetros extras a principios de octubre, dicen que ya tienen todo sembrado y que en esta campaña casi no sembrarán en fechas tardías.
Desde el sudeste cordobés solo incorporarán algunos lotes, donde llovió mejor, y cuando tengan piso: “Las lluvias fueron muy desparejas, hacia el sur de Corral de Bustos rondaron los 100 mm, y a unos pocos kilómetros en Monte Buey, fueron de tan solo 5 mm”.
Centro-norte de Santa Fe
Las lluvias ocurridas este fin de semana en los departamentos del centro-norte de la provincia de Santa Fe permitieron retomar la siembra de maíz de primera y de girasol, tras cinco semanas de parálisis total por falta de humedad en la tierra, resaltó el último informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
En ese sentido, se destacó que “las lluvias de variadas intensidades e irregulares montos revirtieron” el panorama de seca y “modificaron los escenarios productivos”.
No obstante, las lluvias llegaron en forma tardía para algunos productores, que condicionados por las ventanas óptimas de siembra de maíz y girasol resolvieron concentrar sus esfuerzos en la siembra de soja temprana, que de esta forma aumentará la superficie prevista para la campaña 2023/2024 en torno al 10% en la provincia. (fuente AgroClave)