Se reanudó la cosecha de maíz y las heladas favorecieron al trigo

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La semana arrancó con heladas importantes en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires, con un frío intenso también en sur de Córdoba, La Pampa y otros distritos de la zona núcleo. Para los especialistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el viento -aunque frío- ayudó a secar los campos y permitió reanudar la cosecha de maíz, algo que se vio frenado en los últimos quince días por jornadas con lluvias continuas. «Al trigo, el frío le gusta y estas condiciones también», repiten los agrónomos por esta época.

Cristian Russo, responsable de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, explicó a Infobae que «las heladas registradas en las últimas horas fueron muy importantes: con la posibilidad de asistir al día más frío del año, ya que en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires, se cotejo una marca térmica de cinco grados bajo cero, siendo allí el epicentro de las heladas. En el resto del distrito bonaerense, La Pampa y centro y sur de Córdoba, se registraron temperaturas entre -1 y -2 grados».

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, para el período comprendido entre el jueves 4 y el miércoles 10 de julio, el pronóstico del clima realizado por el especialista en climatología Eduardo Sierra prevé «bajas temperaturas seguidas por ascenso de las marcas térmicas para finalizar con precipitaciones sobre el centro y sudeste del área agrícola nacional«.

Se indicó allí que para el este del Noroeste argentino, oeste de la región del Chaco, gran parte de Córdoba, sudeste de Cuyo, norte pampeano, y sur y noreste de la provincia de Buenos Aires, se observarán temperaturas mínimas superiores a los 5 grados. Para el oeste del NOA, oeste de Cuyo y sur de Corrientes, las temperaturas mínimas serán bajo cero grados, con heladas generalizadas.

Según explico Russo, de la Bolsa rosarina, el clima frío y también seco puede traer beneficios y «puntos positivos» para la agricultura en la zona núcleo, ya que así podría «reiniciarse la cosecha de maíz» que estuvo paralizada en las últimas dos semanas por una seria de lluvias continuas.

«Si seguía el tiempo húmedo –justificó- la cosecha de maíces de segunda o tardíos podían pasar a agosto, lo que provocaría un fuerte retraso para cerrar la campaña gruesa y entregar los lotes. Con demoras también en materia de logística y venta de mercadería. También favorecería la siembra de trigo, donde hay  mucho interés, algo que se veía amenazado por el barro y el exceso de agua registrado en los últimos quince días. Estas bajas temperaturas, trajo vientos que ayudaron a secar los campos, lo que es una liado para el trigo. Para el cereal ya sembrado, no le ocasionaría daños, ya que el cultivo se acostumbra a estas bajas temperaturas. La combinación de días fríos y soleados, y con lluvias que acompañen, son signos muy buenos para alcanzar posteriormente trigos altos en rindes. Si podemos sembrar hasta 7 millones de hectáreas, podemos tener sorpresas», explicó Russo.