La Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria decidió recomendar al gobernador Maximiliano Pullaro que declare la situación de emergencia agropecuaria en los cuatro departamentos del Norte de la provincia, a raíz de los daños provocados por la falta de precipitaciones. La disposición, que establece diferimientos y exenciones impositivas, se extenderá por seis meses, a partir de septiembre. El gobierno quedó facultado a incorporar otros distritos en la medida en que la situación se agrave.
La decisión de la comisión expone la compleja situación que comienza a crear la sequía en el sector agropecuario santafesino. La falta de precipitaciones afecta a gran parte del territorio santafesino pero en muchas de ellas todavía hay esperanzas de lluvias salvadoras. En cambio, en los departamentos de 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Cristóbal, la gravedad del fenómeno amerita acciones inmediatas. Son los distritos en los que se concentra el mayor stock ganadero de Santa Fe.
“Si bien la situación es compleja en toda la provincia, la zona de los cuatro departamentos del Norte es la más comprometida; en base a nuestros informes, los del Inta y las entidades agropecuarias resolvimos recomendar al gobernador la declaración de emergencia de los cuatros departamentos por seis meses”, explicó el secretario de Agricultura de la provincia Ignacio Mántaras. Aclaró, además, que el Poder Ejecutivo quedó facultado para incorporar “algún otro distrito de acá a un mes, en función de cómo evolucione el régimen de lluvias y la situación de sequía”.
La movilización oficial refleja que el cuadro de sequía ya está instalada. “El panorama es muy crítico, los alcanzados por la emergencia son departamentos ganaderos donde están muy comprometidos los rodeos de cría, con vacas que se tienen que recomponer rápido para poder preñarse, y en el sector agrícola hay temor por el trigo trigo que ya está espigando”, señaló el secretario de Agricultura. La producción ovina y caprina, la apicultura y la ganadería en las islas, donde se suman las complicaciones de la bajante, enfrentan un panorama complejo.
Mántaras aclaró que en la reunión no se evaluaron pérdidas económicas porque, a diferencia de otras situaciones de sequía, “todavía se está a tiempo de preservar vientres, tener estrategias de destete y sacar terneros”. Y explicó que, más allá del pedido de declaración de emergencia, el gobierno provincial desplegará “muchas acciones que tienen que ver con sistemas de aguadas comunitarias, alguna asistencia puntual por modelos de encierre para que aquellos productores que tienen sus rodeos con vacas en mal estado puedan sacarlas, y asistencia forrajera y reducción del costo de acarreo de agur para los productores pequeños y medianos”. En el mediano plazo, también pretenden avanzar con una nueva ley de emergencia.
En su último informe, el Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe precisó que la ausencia de precipitaciones en el centro norte incidieron en la evolución de los trigales, que mostraron más síntomas de déficit hídrico, como amarillamiento foliar, irregular evolución de las plantas, menor desarrollo en altura de los ejemplares y como consecuencia, cultivares irregulares, no uniformes.
Por su parte, la Guía Estratégica para el Agro (GEA), que depende de la Bolsa de Comercio de Rosario, reportó que hay menos agua en los perfiles del suelo de la región núcleo que hace un año, cuando se salía de tres Niñas consecutivas. “Este año ya se implantaron 500.000 hectáreas de maíz, pero hacen falta de 15 a 20 mm para asegurar nacimientos”, dijeron sus técinos. En el oeste advierten que “la inversión está en riesgo si las precipitaciones no llegan pronto”. En la región, el 4% del trigo está malo y 15% regular.
La tormenta del jueves 19 pasó de largo, ya que llegó solo hasta el sur de la región núcleo. “Hubo decepción en la región central porque no se recibió agua, la tormenta que prometía 10 a 15 mm dejó apenas un puñado de milímetros en en el área”, señalaron.
La demanda de agua se hace cada vez más importante para el trigo, que está a punto de entrar en el período crítico. “Si no llueve ahora, se nos viene un panorama feo”, advirtieron los técnicos consultados por la GEA.
Sequía, bajante y cortes
Además de la política económica nacional, la naturaleza está acechando a la actividad productiva en la provincia. La falta de lluvias complica a los cultivos y al sector pecuario pero también la bajante del río Paraná afecta la navegación. Como si esto no fuera suficiente, el gobierno nacional advirtió en las últimas semanas que habrá cortes de luz en el verano. En ese marco, la secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Geese, junto a sus pares de la Región Centro solicitó una reunión con las autoridades nacionales. (fuente AgroClave)