Dirigentes del campo y Monsanto se encontraron ayer en una audiencia de conciliación convocada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC)
Dirigentes del campo y Monsanto se encontraron ayer en una audiencia de conciliación convocada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), pero el encuentro transcurrió sin acuerdo entre las partes en torno de la disputa por el cobro de la tecnología Intacta en soja, resistente a insectos, que desarrolló la empresa.
La Sociedad Rural Argentina (SRA) y Federación Agraria Argentina (FAA) vienen de presentar ante ese organismo denuncias contra la empresa por supuesto abuso de posición dominante. Objetan que haya impulsado una cláusula en los contratos de compraventa de granos por la que los productores aceptan un análisis sobre la soja para determinar si contiene Intacta y pagaron o no el canon correspondiente. Si no la pagaron en la compra de la semilla y se detectó en el puerto, Monsanto le envía una factura al productor, a quien se le descuentan US$ 15 por tonelada.
Para los ruralistas, el sistema va contra los usos y costumbres del comercio de granos. Monsanto, en cambio, afirma que su modelo es opcional ya que el productor que quiere puede seguir utilizando la tecnología anterior (sólo resistente a glifosato), exenta de este control para el pago.
En el encuentro de ayer también estuvieron Guillermo Bernaudo (jefe de gabinete del Ministerio de Agroindustria) y el presidente de Monsanto, Juan Farinati, junto a otros ejecutivos.
«Propusimos que se retiren las dos cláusulas (por la de Monsanto y Bolsatech, otro sistema de control que funciona en la Bolsa de Cereales) y que se dé a Agroindustria la potestad de fiscalizar esta cosecha mientras se da una solución de fondo. Eso sería para negociar. Una empresa privada no se puede arrogar el rol del Estado de controlar», dijo el presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere. «No hubo acuerdo; se necesita una solución porque la cosecha está adelante», añadió Jorge Solmi, responsable de la Comisión de Semillas de FAA.
ENVÍO DE FACTURAS
En tanto, desde Monsanto una fuente consideró «muy positivo que la CNDC convoque al diálogo y nos de la posibilidad de explicar cómo funciona nuestro negocio, su legalidad y alcance siempre con la premisa que el mismo es opcional para aquellos que opten por usar nuestra tecnología patentada».
En plena cosecha, la firma ya está enviando decenas de facturas a quines supuestamente no pagaron. Pero se están dando casos controvertidos. A Gabriel Pellizón, productor de Aapresid y uno de los socios fundadores de Bioceres (firma de tecnología agrícola), le acaban de mandar una factura por una soja enviada a puerto que, contó a LA NACION, no tenía la tecnología de Monsanto.