“Uno de los aspectos destacables del campo es que no sólo es uno de los sectores que más Gases de Efecto Invernadero (GEI) emite, alrededor del 49% del total, sino que también es uno de los que puede secuestrarlos”, explicó Nelson Illescas, representante del Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI) en entrevista exclusiva con este medio.
Y agregó: “Es decir, el sector agropecuario tiene actividades, como la siembra de determinados cultivos, que secuestran carbono de la atmósfera, lo cual colabora con la mitigación del cambio climático”.
UNA PROBLEMÁTICA, DOS RESPUESTAS
De acuerdo a los dichos de Illescas, frente a este escenario, que ya es una realidad instalada, existen dos formas de actuar y de proceder: en pos de la mitigación o de la adaptación del mismo.
Adaptación
“La adaptación, implica ajustarse a las nuevas circunstancias del ambiente y actuar en consecuencia”, manifestó Nelson en exclusiva, al momento que agregaba: “Un fiel reflejo de esto, y del compromiso del campo con esta problemática, es la utilización de la nueva soja resistente a sequía; lo mismo, la utilización de cultivos en suelos salinos”.
Según declaraciones del representante de INAI, esta adaptación implica poder convivir con determinadas causas y efectos que agravan el cambio climático pero buscando las mejores soluciones a dichas circunstancias.
Mitigación
En lo que a mitigación se refiere, Illescas hizo alusión a las acciones que desde el sector agropecuario se llevan o deberían llevarse adelante en pos de disminuir las consecuencias del cambio climático. En este sentido, el especialista enfatizó: “La rotación de cultivos, es fundamental. Alternar la siembra entre cereales y oleaginosas colabora en la mitigación del cambio climático”, sostuvo y agregó que una sabia utilización de fertilizantes, sobre todo los nitrogenados es aún más importante.
Por otro lado, y de acuerdo a los dichos de Nelson evitar la deforestación y, en lo posible, reforestar los ambientes ya castigados, también son acciones que mejoran el ambiente y disminuyen los efectos perjudiciales.
COP 21 EL REFLEJO DE LA CONCIENTIZACIÓN
A fines del año pasado, se llevó a cabo en Paris la COP 21. Los líderes de 195 países se reunieron en la capital francesa demostrando el compromiso y preocupación frente a las consecuencias del cambio climático.
A este respecto, el representante de la Fundación INAI sostuvo: “La conclusión del Acuerdo de París es un paso muy importante ya que los países participantes se comprometieron a realizar acciones de reducción de sus emisiones de GEI que si bien, y ateniéndonos al texto actual, no son lo suficientemente ambiciosas, al menos ya hay un programa que lleva a que modifiquemos nuestras conductas y logremos en el actual siglo reducir las emisiones e incluso llegar a ser carbono neutrales (no emitir o secuestrar la misma cantidad emitida)”.
POR Y PARA EL HOMBRE
Por definición, el cambio climático es la variabilidad de las condiciones climáticas por la incidencia del hombre. En palabras de Illescas: “De por sí la naturaleza tiene este tipo de eventos que conducen al cambio del clima pero hemos observado que en los últimos 150 años se ha registrado un agravamiento de estas condiciones de la mano de actividades del hombre que conducen a la emisión de GEI y que generan el calentamiento del ambiente”.
Entre dichas actividades se pueden destacar:
Utilización de combustibles fósiles (petróleo, carbón) para la generación de
Las industrias
La agroindustria
El campo con sus cultivos, con la ganadería, con la deforestación
El transporte
El consumo en las residencias (utilización de artefactos eléctricos, generación de residuos)
En pocas palabras, el cambio climático se ha instalado de la mano de la acción humana y para mitigarlo o erradicarlo será necesaria esa misa mano.