De la mano de las lluvias que ocurrieron en las últimas semanas, la siembra de soja está avanzando a buen ritmo en el país: según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, ya se han implantado alrededor del 20% de las más de 18 millones de hectáreas previstas.
Pero a medida que este progreso ocurre, se está comprobando uno de los grandes temores que había para la campaña: la mala calidad de las semillas.
En la zona núcleo, por ejemplo, la Bolsa de Comercio de Rosario resaltó en un reciente informe que “a poco más de largada la siembra, las primeras emergencias no son buenas: se están empezando a ver problemas en una escala que preocupa”.
Cabe recordar al respecto que son muchas las condiciones ambientales o de manejo que pueden alterar la condición de las semillas y afectar su calidad.
Por eso, ante el inicio de cada temporada, es fundamental realizar tratamientos de semillas que apunten a diversos objetivos, como: controlar enfermedades presentes en la semilla, maximizar la tasa de germinación ante condiciones de estrés tanto térmico como hídrico, mejorar la tasa de crecimiento para una rápida implantación, proteger semillas y plántulas de infecciones de hongos presentes en el suelo, y evitar el riesgo de introducción y diseminación de patógenos por semillas.
“La situación de la calidad de semilla de soja en la actual campaña es realmente problemática. Por un lado, los niveles de germinación han sido bajos, aún, cuando fueron medidos en condiciones de confort como es el poder germinativo. Estos valores, por supuesto empeoran cuando el análisis se realiza a través del test de frío, donde se somete a la semilla a condiciones más parecidas a las que tendrán en situación de campo”, mencionó al respecto Juan «Caco» Dall´Orso, director de Agroconsultor.
Además, destacó que se ha detectado un alto contenido de patógenos que afectan directamente esa tasa de germinación y también aquellos que diseminan enfermedades en lote con la consecuente probabilidad de intervención con fungicidas en estadios reproductivos del cultivo.
“Si sumamos daños mecánicos reportados en algunos casos y un suelo más frío de lo normal para la fecha de soja de primera, estamos ante un combo fuertemente negativo que implica el descarte de uso como semilla de gran parte de los lotes proyectados para tal fin. Por eso, hay que concentrar el esfuerzo y conocimiento en lograr viabilizar el uso de semilla con insuficiente calidad”, agregó.
Los beneficios de un “bio” tratamiento de semillas
Bajo este panorama, el experto sostuvo que en esta campaña es imprescindible atacar el problema desde varios aspectos:
- La protección: de manera de controlar los patógenos presentes en semilla y suelo y también buscar la mitigación del estrés térmico e hídrico.
- La promoción: para incrementar la actividad enzimática y el proceso metabólico, de manera de mejorar la tasa de germinación y la tasa de crecimiento, dando mayor vigor a las plántulas y generando una cobertura más rápida de suelo.
- La nutrición: usando estrategias que potencien la absorción de nutrientes y por consiguiente una implantación adecuada.
En este contexto, Biotrop ofrece un producto con características que abordan precisamente los aspectos mencionados.
Se trata de Promotor, un biológico formulado con una combinación de especies de microorganismos orientados a la protección contra enfermedades y a mejorar la tasa de crecimiento de las plántulas
“Se trata de un consorcio de microorganismos (Bacillus Thuringiensis, B. Velezensis y B. Amyloliquefaciens) que aplicamos sobre la semilla a una dosis de 300 ml/100 kg de soja. Buscamos que las bacterias germinen junto a la semilla y colonicen la rizósfera, asociándose al cultivo y acompañándolo durante todo el ciclo”, explicó Juan Klappenbach, Responsable de Desarrollo de Biotrop.
Y remarcó: “En un año como éste, con serios problemas de vigor de la semilla, dentro de los múltiples beneficios que Promotor genera en el cultivo, puede ser especialmente interesante la promoción del crecimiento (PGPR) que produce”.
Como muestra, Dall’Orso señaló que ensayos llevados a cabo por Agroconsultor con productos bio en las últimas campañas muestran resultados interesantes en la mayoría de los aspectos mencionados.
“De manera general podemos decir que el promedio de alternativas y zonas evaluadas, lograron aumentos del 6% en el stand de plantas y 11% en la biomasa/m2”, repasó.
Por eso, pensando en un check list de recomendaciones para manejar la situación de mala calidad de semillas que está teniendo esta campaña, el especialista enumeró:
- Tener los análisis de semilla como diagnóstico
- Elegir las partidas con mayores valores de test de frío para usar en siembras tempranas
- Retrasar fechas de siembra para encontrar temperatura de suelo con mayor confort
- Elegir las partidas con test de frío menos acorde para siembras tardías o de 2da
- Usar tratamientos de semillas que eleven la tasa de germinación y den mayor vigor inicial
- Usar tratamientos de semillas que proporcionen un alto control de patógenos
- Usar tratamientos de semillas que eleven la tasa de crecimiento inicial
- Combinar tratamientos de semillas BIO con químicos cuando la carga de patógenos es muy alta
- Evitar el uso de tratamientos de semillas químicos en partidas con daño mecánico.