Tamberos perdieron más de nueve puntos en la participación del negocio lácteo a favor de la industria y los supermercados.
En el último año los tamberos –en promedio– perdieron más de nueve puntos en la participación final de los principales productos lácteos a favor de la industria y el sector comercial.
La participación de los tamberos, según datos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos, pasó de 31,7% en diciembre de 2014 a 22,4% en el mismo mes de 2015. En ese mismo período la participación del sector industrial pasó se 26,7% a 32,1% y la del comercio de 26,1% a 29,8%, mientras que la del Estado (impuestos) se mantuvo prácticamente constante (15,5% a 15,8%).
Dentro del promedio conviven situaciones completamente disímiles. Por ejemplo: en el caso de la leche larga vida –producto que se consume mayoritariamente en el mercado interno– la participación del comercio (fundamentalmente el supermercadismo) fue en el último trimestre de 2015 de 42,1% versus un 13,4% los tamberos. Con los quesos esa relación fue de 32,8% versus 25,9%.
En lo que respecta a la leche fluida –un producto de consumo básico– la partipación de los tamberos (17,7%) es equivalente a la del Estado (17,4%). Se trata de todo un dato porque en los debates intrasectoriales sobre cómo se reparte la torta el Estado suele no ser parte de la agenda.
En cambio, con la leche en polvo entera los tamberos se llevan –por lejos– la mayor parte de la torta del negocio con una participación superior al 43% (razón por la cual la mejor manera de incentivar el crecimiento de la producción lechera es justamente fomentar a esa rama del negocio).
Asimismo, dentro de cada sector integrante de la cadena de valor láctea existen situaciones particulares. Por ejemplo: en el último año los salarios de los trabajadores de la industria –afiliados a Atilra– experimentaron un ajuste por inflación del 36% versus un 28% el de los empleados del Sindicato de Comercio (versus un IPC Congreso del 29,9%).