El Continente Americano lleva tres años y tres meses sin que se hayan registrado focos de fiebre aftosa y en el caso particular de Uruguay van 11 años sin la enfermedad.
Este gran logro, generó que en el marco de la reciente 42ª. Reunión de la Comisión Sudamericana de Fiebre Aftosa (Cosalfa), celebrada en Quito (Ecuador) con la presencia de 11 países de América del Sur, más Panamá y Surinam (Guayana Holandesa), se le encomendara al Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa) formar un grupo de expertos integrado por los países, para que establezcan las pautas técnicas y de funcionamiento para poder avanzar hacia la etapa de libre de aftosa sin vacunación.
Así lo confirmó a El País el presidente del Comité Veterinario Permanente (CVP) y director de los Servicios Ganaderos (MGAP), Francisco Muzio, quien junto a un grupo de técnicos oficiales, representó a Uruguay en la reunión.
Muzio recordó que hoy alrededor del 86% del territorio de América del Sur goza del estatus de países o zonas libres de fiebre aftosa con vacunación. «Si se da la aparición de aftosa en la región, puede darse que las cepas que hasta ahora están en la vacuna, ya no van a ser una protección si entra un virus desde otra región», explicó el jerarca.
Es que mientras América alejó a la aftosa de sus fronteras, continentes como Asia la padecen, pero son atacados por cepas que nunca se vieron en la región y para las cuales hoy no hay cobertura aun aplicando vacuna sobre el ganado.
El jerarca recordó que hay estados de Brasil que tienen claro que van a cumplir con los pasos que el Ministerio de Agricultura les exigirá para la etapa de suspender la vacunación del ganado. «Además, en el sector privado de esos estados, hay una cierta presión y decisión de pasar a esa etapa», por lo que consideró que «hay que seguir reforzando mucho la vigilancia» para evitar reinfecciones.
La región también apunta a cubrirse de virus asiáticos o cepas que nunca tuvieron presencia en el rodeo, apoyando la creación de un banco de antígenos. Muzio dijo que en la reunión de Cosalfa, se decidió que ese banco «sea administrado por el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa y que, de alguna manera, los países que financieramente aún no colaboraron, lo hagan. La idea es continuar trabajando para que el proyecto definitivo por ahí por septiembre».
En el caso de Uruguay, hay otro problema: se debe extremar la capacitación e incrementar los simulacros de fiebre aftosa. «La gran mayoría de los veterinarios y productores no conocen la fiebre aftosa, porque hace 11 años que no hay casos clínicos. Eso nos obliga también a contar con un sistema de emergencia bien preparado», aseguró Muzio.