Tres factores que confirman la escasez (y la suba) de hacienda en 2022

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Desde el inicio del año se registra una fuerte recuperación de los valores para la hacienda de consumo, como reflejo de una oferta que sigue siendo escasa tanto en volumen como en terminación, y la demanda de los frigoríficos comenzó a pujar con mayor firmeza para hacerse de lotes de calidad, advirtió un trabajo de RosGan, el mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Este escenario se ve en los precios de novillitos y vaquillonas, que ya quebraron la barrera de los $300 el kilo. En el caso de los machos, esa firmeza se mantuvo durante toda la semana mientras que las hembras terminaron perdieron unos $10 en todos sus renglones por falta de calidad.

En promedio, el valor de estas categorías que son las de consumo en el marcado interno avanzó la  semana pasada entre 5% y 6% (el viernes cerró $265,98 el kilo vivo).

Por su parte, los novillos también operaron bajo la misma tónica, incluso con cierta mejora adicional hacia el cierre de la semana ante la falta de oferta.

Finalmente, vacas y toros terminaron perdiendo algo de terreno, especialmente en el caso
de la conserva y el toro de menor terminación ante la falta de interés de la demanda.

El Índice General (IGML) arrojó un promedio semanal de $236,170 frente a los $221,794 de la
semana anterior.

Según la analista del Rosgan, María Julia Aiassa, “estas mejoras representan una corrección en el precio de la media res en gancho, que se deberá trasladar a los mostradores en los próximos días“.

La situación es clara y contundente. Estamos ante una escasez de oferta que se viene registrando desde el año pasado y que, por efecto de la seca, se acrecentará este año con impactos que seguirán presentes en, al menos, los próximos dos ciclos ganaderos”, explica la analista del Rosgan.

Aiassa señala también que “este año tanto las invernadas pastoriles como los sistemas de engorde a corral se enfrentarán a un escenario muy adverso. En el caso de los sistemas extensivos, aun aquellas zonas pampeanas donde la situación es menos acuciante y las lluvias recibidas ya permiten proyectar siembras tempranas de algunos verdeos, hoy sufren una baja en el nivel de reservas forrajeras que, en muchos casos obliga a reducir temporalmente las cargas“.

Además se da el caso de la realidad apremiante que viven los campos de cría del NEA, donde la salida de los campos resulta inminente, con invernadas más livianas, mucha vaca flaca y menor reserva para reposición.

Por el lado del feedlot, el Rosgan apuntó que la situación también es “alarmante”, dado que la sequía bajó fuertemente el rendimiento de los cultivos de siembras tempranas, por lo que se teme genere un faltante importante en la oferta de granos.

En este contexto, la escasez que venía desde el año pasado con una caída del nivel de faena de más 1 millón de animales, hoy se ve de manera muy marcada en los números de faena del primer mes del año.

Enero registró la faena más baja -para ese mes- de los últimos 7 años. Con un total de 971.596 animales faenados en el mes, un 2,6% inferior incluso a la de enero pasado.

En resumen, Aiassa apuntó que “enfrentamos un año en el cual nuevamente resultará escasa la hacienda gorda, donde la demanda interna -a pesar de su debilidad de compra- se resiste a seguir reduciendo consumo y una exportación que, aun en medio de las restricciones vigentes, goza de excelentes valores internacionales que no querrá desaprovechar”. (fuente NoticiasAgropecuarias)