La foto de las últimas 48 horas muestra una luz de esperanza en las lluvias que ocurrieron en zonas del centro del país y que renovaron expectativas de cara a la campaña fina.
Pero la película de fondo sigue siendo la sequía y un déficit hídrico que es difícil de reponer a un mes de que comience el invierno, cuando las precipitaciones siempre son menores.
Esto es una suerte de resumen de los últimos datos disponibles en materia agroclimática: El Niño ya está presente, pero su incidencia más fuerte sería recién a partir de la primavera, con lo que los pronósticos productivos, por ahora, no son halagüeños.
Lluvias
Con acumulados que llegaron hasta los 50 milímetros, la franja central de Argentina se vio beneficiada por el paso de un frente tormentoso entre el miércoles por la noche y la jornada del jueves.
De acuerdo con los datos recopilados por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), los mayores acumulados se dieron en el suroeste de Buenos Aires, el sur de Córdoba y el norte de La Pampa.
En este marco, una buena noticia es que, según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), es posible que haya nuevos aportes hídricos en los próximos días.
“El avance de una serie de perturbaciones durante los próximos días parece ser el inicio de una segunda mitad del mes con mejores aportes de agua”, señaló el consultor Alfredo Elorriaga.
En concreto, a partir de este viernes 19 aumenta la inestabilidad y la probabilidad de chaparrones y tormentas aisladas con mejoramientos temporarios intermedios, en todo lo que es la zona GEA (región núcleo).
“Luego, la estabilidad atmosférica retorna en la madrugada del sábado, pero el ambiente permanecerá inestable por lo que no se descartan chaparrones aislados e intermitentes que podrían generalizarse, en el oeste del área GEA, durante el lunes 22”, continúa el reporte.
Y finaliza: “Si bien se espera un nuevo mejoramiento temporal durante el día martes, la posibilidad de precipitaciones generalizadas en la zona GEA se reinstala hacia el final del periodo de pronóstico”.
Por su parte, la perspectiva agroclimática de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires es menos optimista: prevé la llegada “con gran vigor” de vientos polares que reducirán las probabilidades de precipitaciones a “escasas a nulas”.
- La mayor parte del área agrícola argentina, uruguaya y paraguaya observarán precipitaciones escasas a nulas (menos de 10 mm).
- La Cordillera y las zonas aledañas observará nevadas tempranas, con posibilidad que las mismas se extiendan sobre el litoral atlántico.
Panorama para la fina
El problema, en este contexto, es el arrastre de sequía que traen los suelos. “Aun recibiendo un buen comportamiento pluvial durante la segunda quincena de mayo, solo se alcanzarán los valores medios normales pero, considerando el déficit arrastrado, lo normal no es suficiente”, resume la GEA.
Y completa: “Al día de hoy, aproximadamente la mitad de la región pampeana no está en condiciones de iniciar la siembra”.
En general, el estado de las reservas hídricas sigue siendo muy complicado porque se requieren, en promedio, no menos de 70 milímetros.
“Por el momento, de no producirse un evento pluvial fuera de contexto que modifique el panorama hídrico, es muy probable que los recortes de superficie estimados se hagan realidad”, agrega el informe rosarino.
No obstante, insiste en que los modelos de pronóstico de mediano plazo acercan un poco de optimismo: este avance de una serie de perturbaciones durante los próximos días parece ser el inicio de una segunda mitad del mes con mejores aportes de agua.
“El ingreso al centro del país de una sucesión de sistemas frontales fríos provocará el desarrollo de lluvias y tormentas un poco más generalizadas y con mayor periodicidad, aunque se estima que todavía por debajo de los valores requeridos para normalizar completamente los perfiles”, remarca. (fuente Infocampo)